CONCIENCIA EN PAZ, CAPÍTULO 1
Pedro no podía con su vida. Las revelaciones que venía teniendo en los últimos años lo golpeaban y mucho. La última lo dejó al borde del knock out. Necesitaba hablar con alguien. No podía ser un amigo, con uno de sus hijos, imposible. No le quedaba más familia para acudir. Debía ser alguien neutral, que no lo conociera. Pensó en un psicólogo, pero no tenía la paciencia para ir a terapia una vez por semana, ni mucho menos bucear en posibles motivos psicológicos, o que le digan que tenía un Edipo no resuelto o algo así. La necesidad de contarle lo que le pasaba a alguien superaba todo, aunque no podía hacerlo con cualquiera. Caminaba horas y horas en el barrio cerrado en el que vivía. Sus hijos ya estaban en edad universitaria e Ivan no vivía más con él, ni estaba en Argentina. Después de andar casi en círculos sin poder resolver nada en su mente, se subió al auto y comenzó haciendo ...