PENSANDO EN VOZ ALTA: ¿PODEMOS TENER UNA LIGA COMO LA GENTE?


 

    En Argentina siempre nos destacamos por muchas cosas: buenas y malas. Entre las buenas, podemos decir que el argentino suele saber sobrevivir o adaptarse a diferentes situaciones. Dentro de las otras, está la desorganización, los inventos que se creen ingeniosos y la capacidad de complicar todo lo que es simple. Puesto así, hasta pareciera un oxímoron. 

    Desde hace mucho tiempo, los campeonatos de fútbol en la Argentina sufren cambios de formato, de reglas y hasta modificaciones sobre la marcha. En lugar de tener un campeonato de 18, 20 o 22 equipos, compiten 28 en primera división. La categoría mayor no es el principal problema, peor es la situación en las divisiones de ascenso donde hay 38 equipos en la Primera Nacional (un verdadero disparate). En definitiva, la liga argentina, a pesar de ser la de los "campeones del mundo", dista mucho de ser atractiva. A pesar de que los comunicadores se rebanen los sesos y llenen espacio diciendo que es apasionante, los partidos son cada vez más aburridos, con equipos y entrenadores timoratos que juegan a no perder. 

    Haciendo un pequeño repaso de los últimos años, este adefesio comenzó con la división de una temporada de 20 equipos en dos torneos, Apertura y Clausura. El primer año, se decidió que los ganadores de ambos torneos no sean campeones oficiales, sino que el campeón anual se iba a definir entre los dos ganadores. Newell´s Old Boys se llevó el Apertura y Boca Juniors el Clausura. La final entre ambos consagró al equipo rosarino como campeón. Los dirigentes xeneizes protestaron el hecho de que el torneo que ganaron no se lo contabilizaban como oficial por lo que se votó que cada equipo sea proclamado oficialmente campeón al obtener tanto el Apertura como el Clausura. Ese formato duró 24 años. Hasta que llegó la decisión más insólita: se jugaría un torneo anual con 30 equipos compitiendo. Jugarían todos contra todos, pero en una sola ronda, pues no daban las fechas para disputar 48 jornadas. En 2015, tras haber ascendido a 10 equipos de la entonces Primera B Nacional, se comenzó a gestar ese disparate.

    Poco tiempo después, al tener un momento de lucidez, se creó la Superliga con la idea de regresar al formato de 20 equipos. Año a año, para achicar la cantidad, había 4 descensos por 2 ascensos. Cuando se llegó a 24, había muchos equipos importantes con peligro de descenso inminente, por lo que los dirigentes de esos equipos rosquearon para evitar esa "catástrofe". Tras la llegada de la pandemia, se decidió anular los descensos de ese año y el siguiente y resurgió la disparatada idea de los 30 equipos en primera división. Así se llegó a la cifra actual de 28 y el año se divide entre la Liga Profesional y la Copa de Liga. Esta última se decidió considerarla como torneo local, a pesar de que no juegan todos contra todos, sino en una fase de dos grupos. En ellos se separa a los clásicos rivales, pero se agrega una "fecha de clásicos" como si la categoría tuviera asimétricamente a los eternos adversarios. Algunos se dan, pero el que no tiene clásico pues... ¡se le inventa uno! Algunos son particularmente insólitos como Godoy Cruz de Mendoza contra Instituto de Córdoba o Independiente Rivadavia de Mendoza contra Unión de Santa Fe. Sí, a los dos equipos mendocinos de la primera división no los cruzan en esa fecha.

    Pero los disparates no terminan acá. Años antes de dividir la temporada entre Apertura y Clausura, se inventó un "método original" para los descensos. En lugar de que el los dos últimos pierdan la categoría, lo hacen los dos últimos que acumulen los dos peores promedios (se hace un promedio de puntos entre las últimas tres temporadas). Eso se hizo para que los equipos grandes no descendieran, tras la pérdida de la categoría de San Lorenzo. Aun así, también bajaron a la segunda división Racing, River Plate e Independiente. El descenso se vive como un drama y eso se tiene que terminar. Si toca irse por una mala campaña, pues será momento de barajar y dar de nuevo. 

    ¿Podrá alguna vez suceder que se juegue una temporada con 20 equipos y 38 jornadas? ¿Que los cuatro primeros clasifiquen a la Copa Libertadores y los cuatro siguientes a la Copa Sudamericana? ¿Podrá ser posible que desciendan los últimos dos sin que durante la temporada haya modificaciones? ¿Podremos dejar de tener "fecha de clásicos" y que cada uno juegue contra su verdadero acérrimo rival en la jornada que le toque? Posiblemente queden muchos más interrogantes, solo se expondrá el más importante: ¿Podemos tener una liga como la gente?

El Puma

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