El Puma

  Imagen: Diario Olé.     Después de catorce fechas de mucha acción, especialmente para varios equipos que luchaban por mantener la categoría, comienza la definición de la Copa de la Liga. Ya está descendido Arsenal, último en la tabla de promedios y en la general. El segundo equipo que perderá la categoría será quien sea derrotado en el partido de desempate entre Colón y Gimnasia.     En los cuartos de final, sorprendieron varios equipos. Para empezar, los únicos equipos de los denominados "grandes" son River Plate y Racing Club. Boca Juniors es el gran ausente y se lo debe a una paupérrima campaña, además de mostrar un nivel de juego muy por debajo de lo que aspira habitualmente donde reinó la mezquindad y la falta de plan B.      De las siguientes llaves, se esperan los siguientes pronósticos:     Huracán vs. Platense:  Ambos equipos dejaron boquiabiertos a propios y a extraños. Los de Parque de los Patricios logrando el primer lugar de su grupo, arrebatándoselo a River en

  Imagen: Diario AS     Argentina venció a Brasil por 1 a 0 en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro. El conjunto albiceleste sorteó un escollo más que difícil, no solamente por tratarse de Brasil, sino porque debió soportar un escenario violento y hostil. El partido empezó casi media hora más tarde de lo pactado por episodios de violencia entre los hinchas argentinos que se acercaron al estadio y la policía local. Ante ese panorama, Lionel Messi, capitán albiceleste, decidió retirar al equipo de la cancha hasta aparecieran las garantías necesarias para iniciar.     En los primeros 25 minutos, el juego fue demasiado friccionado rozando lo brusco con dominio local, sin tampoco llegar a ser muy claro. La defensa visitante se mostró más sólida y frustró los ataques brasileños con la firmeza de Cristian Romero y Nicolás Otamendi en la última línea y la solidez de Emanual Martínez en el arco. La "canarinha" fue copando el mediocampo, ahogando al equipo argentino en la salida y en

 Imagen: El País, Uruguay     Gran triunfo uruguayo en Buenos Aires ante Argentina por 2 a 0. El conjunto celeste  volvió a dar muestras de contundencia y jerarquía como lo había hecho poco tiempo atrás ante Brasil. Esta vez fue como visitante y ante el último campeón de América y del mundo. Cuando se esperaba que Uruguay fuera a la Bombonera a defenderse, Marcelo Bielsa hizo gala una vez más de un estilo ofensivo y vertical, con Ronald Araújo y Matías Viña desde los laterales lanzándose en ataque, un mediocampo muy dinámico con un Nicolás De La Cruz muy activo, acompañado de Federico Valverde y Facundo Pellistri y un goleador implacable como Darwin Núñez.      Argentina se vio sorprendida, no solo por la habitual garra charrúa, sino por la verticalidad de su rival. En un trámite parejo y muy intenso, se veía más peligrosidad ofensiva por parte de Uruguay. El trámite del partido fue muy intenso y físico, como suele ocurrir cada vez que se juega el clásico rioplatense. La dinámica, el p

 Imagen: Newsweek Argentina     Cuando inició el siglo XXI, Boca Juniors estaba en pleno auge durante una de las mejores etapas de su historia, sino la mejor. Cuatro Copas Libertadores en la primera década, dos Copas Intercontinentales, dos Copas Sudamericnas, Recopas varias sellaron esa era. Sin embargo, muchos periodistas armaron un discurso triunfalista tan peligroso como estúpido: solo valen los títulos internacionales, los locales son "de cabotaje". Peligroso porque a veces las situaciones son maduras, pero otras muy verdes y hay que asumir ese discurso. Estúpido porque los títulos son todos importantes y, especialmente, un equipo grande debe pelear en todos los frentes y no se pueden subestimar los logros.      En la actualidad, Boca viene obteniendo muchos títulos a nivel local, pero no tuvo la misma suerte a nivel continental. ¿Eso lo hace menos grande? En absoluto, es lo que se espera, que sea protagonista. Sin embargo, el discurso mencionado (peligroso y estúpido, v