El Puma

           Rafael miró su celular en cuanto se levantó de la cama para ir al baño. Allí pudo ver que tenía 30 llamadas perdidas y otros tantos mensajes. Dejó el teléfono en su lugar, se enjuagó la cara, se dirigió a la cocina para preparar unos mates con tostadas. Al regresar con la bandeja, Gladys lo esperaba feliz sentada en la cama.          Pasaron el día entero juntos, olvidando que sucedían cosas fuera de esa casa. El mundo se había frenado y no existía otra cosa que los dos tórtolos amantes. Sin embargo, como reza la canción “presente”, todo tiene un final, todo termina . Así y todo, tardaron mucho en despedirse.          Apenas cerró la puerta, notó que su celular estaba vibrando. Observó y tenía el primer mensaje típico de las parejas recién constituidas: “te extraño”. Rafael sonrió con esa expresión embobada de un adolescente que da su primer beso. De pronto, le entró otro mensaje. “ Ya me diste motivos de sobra para hacerlo. Vas a ser responsable de esto ”. Cuando vio qu

           Andrea esperaba con algo de mal humor la llegada de Rafael. No pensaba hacerle las cosas fáciles a su nueva conquista, extremadamente dócil hasta ser aburrido para ella. Sin embargo, era una apuesta segura después de sus últimos contratiempos. Se había arreglado, pero no lo hizo por él. Siempre imaginaba, estuviera con quien estuviera, que había que ponerse linda para un eventual “príncipe azul” que pudiera aparecer en el momento menos esperado. Se vistió en forma más discreta de la habitual, tampoco quería llamar demasiado la atención o, mejor dicho, no quería dar la impresión de que se iba a regalar a la primera de cambio.          Rafael llegó más tarde de lo previsto y el reproche vino más rápido que el saludo. Tuvo que escuchar que era una falta de respeto hacia una dama como ella su falta de puntualidad. Si bien no le faltaba razón en cuanto al horario de llegada, puesto que es una norma básica de buena educación, calificarse como “dama” era un poco demasiado.     

  Imagen: Diario Olé     El fútbol argentino está lleno, a lo largo de su historia, de caudillos o jugadores con mentalidad ganadora. Entre los muchos apellidos ilustres, sin dudas, figura el de Oscar Alfredo Ruggeri. Este zaguero central aguerrido, líder, poseedor de un potente golpe de cabeza tiene en su currículum haber sido campeón del Mundo con la selección argentina en 1986, campeón de España nada menos que con Real Madrid, ganador de dos Copas América con la camiseta albiceleste en 1991 y 1993 siendo además el capitán del equipo. Fue también ganador con San Lorenzo en 1995, cortando 21 años de sequía en títulos para los "Gauchos de Boedo". Pero lo más destacado o, mejor dicho, lo que muchos recuerdan, en especial fanáticos enfermos, es que jugó en Boca Juniors y en River Plate.     Ruggeri nació el 26 de enero de 1962 en Corral de Bustos, provincia de Córdoba y fue a probarse desde muy chico al club del que era hincha: Boca. Allí quedó y debutó en la primera a los 18 a

  Imagen: Diario As     En los casi 100 años de historia de los Mundiales, hubo goleadores exóticos, extraños y hasta desconocidos que luego pasaron por el fútbol sin pena ni gloria. Aunque también hubo enormes artilleros que colmaron las expectativas que de ellos se tenía. En 2002, se dio este último caso con el brasileño Ronaldo Luiz Nazario Lima, más conocido por el mundo futbolístico como Ronaldo. A su vez, este delantero potente, veloz, explosivo e implacable, cortó con una racha que se daba desde 1978 hasta ese año que fue estar en la cima de la tabla de goleadores con más de 6 tantos.     Decir que Ronaldo hizo 8 goles en ese campeonato mundial, termina siendo solo una fría estadística cuando se hace un repaso por la brillante y accidentada carrera del brasileño. Este jugador, denominado por todos como el "Fenómeno", nació en Rio de Janeiro el 18 de septiembre de 1976 y dio sus primeros pasos en el humilde Sao Cristovao de la liga carioca. Pero fue en Cruzeiro donde ll

  Imagen: Liga Profesional de Fútbol     Tras los brindis de fin de año y varios días de haber finalizado las competencias oficiales de 2023, llega el momento de los análisis, de repasar todo lo hecho durante el año, ver los éxitos y los fracasos, además de observar el rendimiento individual y colectivo. En el caso de River, esto último es particularmente especial. ¿Por qué? Pues porque tras 8 años de dejar la vara muy alta, era necesario ver si la misma se había sostenido o no. Y aquí radica lo más difícil, puesto que se han visto rendimientos muy buenos y otros muy malos.      Martín Demichelis cargó con una mochila muy pesada, tras llegar como el reemplazante de Marcelo Gallardo. En esa mochila, había una carga de 1 Liga Profesional, 3 Copas Argentinas, 1 Supercopa Argentina, 1 Trofeo de Campeones, 1 Copa Sudamericana, 2 Copas Libertadores, 1 Copa Suruga Bank y 3 Recopas Sudamericanas. El ex defensor central formado en las inferiores del club tenía la ventaja de conocer los emblemát

      Poco tiempo atrás, al referirse a los campeonatos argentinos, Claudio Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (A.F.A) dijo con una sonrisa de oreja a oreja: "No trates de entenderlo, disfrutalo". Eso en el marco de demagogia, cinismo y hasta de burla abierta a todos los futboleros de la República Argentina. Abiertamente cometió un enorme sincericidio blanqueando la falta de reglas claras, cambios sobre la marcha y muchísimas polémicas que se ven fecha tras fecha. Anular un descenso en medio de la temporada parece ser algo muy normal. Cambiar el status de los títulos y encima hacerlo en forma retroactiva, también se está volviendo algo común. ¡Y eso en la primera categoría del fútbol argentino! Ninguna liga del planeta tiene 28 equipos... excepto Argentina. ¡Ni hablar de lo que sucede en las divisiones de ascenso! ¿Alguien puede nombrar, sin repetir y sin soplar, cuantas competencias fuera de la Argentina tienen 37 equipos? Sí, acertó: ¡ninguna!     Sin e

  Imagen: Paco Casal     Los octavos de final de la Copa Libertadores de 1990 enfrentaban a River Plate, de Argentina, histórico equipo del continente y el campeón uruguayo de ese entonces, el humilde Defensor Sporting. El partido de ida se jugó en el legendario estadio Centenario de Montevideo y el conjunto de camiseta violeta se puso en ventaja con un tanto de un joven delantero con proyección europea, en ese entonces: Sergio Daniel Martínez. Este delantero que, en ese entonces, contaba con 21 años, era señalado para ir a la liga italiana (en ese entonces catalogado como una de las dos o tres mejores del mundo) en la siguiente temporada. Si bien River dio vuelta el resultado y en la revancha volvió a imponerse por 2 a 1, con el mismo desarrollo, fue la primera vez que se veía la estirpe goleadora de Martínez en la Argentina... y, paradójicamente, ante una futura víctima habitual.      El delantero, nacido en Montevideo el 15 de febrero de 1969, había debutado en la primera división d

 Imagen: Olé     Cuando los grandes medios nacionales se la pasan hablando solo de dos equipos (sin importar que se traten de los dos más importantes del país), agotan a propios y a extraños. A los propios porque ocupan tanto espacio que hasta tratan temas triviales y absurdos sobre esos dos equipos. A los extraños porque les indigna (y con razón) que ni siquiera dediquen una línea o siquiera una palabra a los demás. Cuando un equipo ajeno a los protagonistas (siendo 5 los equipos denominados "grandes" es vergonzoso que se hable solo de dos de ellos), la mayoría del ambiente futbolero esboza una sonrisa tanto de simpatía como de satisfacción.      Tal como sucediera dos años atrás con Colón de Santa Fe, esta vez fue Rosario Central quien dio alegría a mucha gente. El equipo rosarino no solamente es un campeón impensado, sino también merecido por lo demostrado en la fase final de la Copa de la Liga. Entró a los cuartos de final por la ventana, tras la caída de Independiente en

  Imagen: Goal.com     A fines de la década del 80 en el siglo pasado, Yugoslavia disponía de muchos deportistas talentosos, destacando principalmente en basquet y en fútbol. En este último, la selección balcánica fue campeona mundial juvenil en Chile, en 1987. En ese equipo se destacaban jugadores que, años después, iban a ser gran figuras en el ámbito europeo y mundial, como Robert Prosinecki, Zvonimir Boban, Predrag Mijatovic y Davor Suker, entre otros. Este último fue el segundo artillero de ese certamen.     Sin embargo, la sangrienta guerra civil desatada en el país a principios de los años 1990 truncó la posibilidad de ver a estas figuras juntas en un mismo equipo. Tras el conflicto bélico, Yugoslavia solo quedó siendo la unión entre Serbia y Montenegro (más tarde ambos países se separaron), mientras que Croacia, Bosnia y Eslovenia proclamaron su independencia.      En 1998, Croacia como nación independiente, clasificó a la Copa del Mundo disputada en Francia. Paradójicamente, Y

  Imagen: El Tiempo     Bulgaria regresaba a disputar la Copa del Mundo en 1994, tras no haberlo hecho en 1986 por última vez. En esas dos ediciones coincidió con tres rivales: Argentina, México e Italia. Con el primero, había caído por 2 a 0 en 1986, tras una gran actuación de Diego Armando Maradona y goles de Jorge Valdano y Jorge Burruchaga. Con el equipo azteca había caído por 2 a 0 en octavos de final con tantos de Manuel Negrete y Manuel Servin. Mientras que con Italia había empatado en un gol en lo que marcó la apertura de ese Mundial. Había abierto el marcador Alessandro Altobelli e igualó Nasko Sirakov cuando faltaban 5 minutos.      Que distinto hubiera sido si ese plantel de 1986 contara con Hristo Stoichkov en el nivel exhibido hasta el campeonato mundial disputado en Estados Unidos. Si bien el equipo del este europeo comenzó cayendo por goleada ante Nigeria, dejando una imagen muy pálida, el delantero y capitán del equipo tocó el orgullo de sus compañeros para mejorar la p