UNA BOCANADA DE AIRE FRESCO

 Imagen: Olé

    Cuando los grandes medios nacionales se la pasan hablando solo de dos equipos (sin importar que se traten de los dos más importantes del país), agotan a propios y a extraños. A los propios porque ocupan tanto espacio que hasta tratan temas triviales y absurdos sobre esos dos equipos. A los extraños porque les indigna (y con razón) que ni siquiera dediquen una línea o siquiera una palabra a los demás. Cuando un equipo ajeno a los protagonistas (siendo 5 los equipos denominados "grandes" es vergonzoso que se hable solo de dos de ellos), la mayoría del ambiente futbolero esboza una sonrisa tanto de simpatía como de satisfacción. 

    Tal como sucediera dos años atrás con Colón de Santa Fe, esta vez fue Rosario Central quien dio alegría a mucha gente. El equipo rosarino no solamente es un campeón impensado, sino también merecido por lo demostrado en la fase final de la Copa de la Liga. Entró a los cuartos de final por la ventana, tras la caída de Independiente en Córdoba en la última fecha de la fase de grupos y la victoria "canalla" en Sarandí ante Arsenal. Mientras los periodistas estrella de los medios más prestigiosos dedicaban horas y párrafos a hablar de esos dos clubes, de las elecciones de uno de ellos y de las posibles ventas del otros, ninguno reparó en la enorme racha ganadora de los rosarinos jugando de local, por ejemplo. 

    ¿Por qué salió campeón Rosario Central? Porque tuvo una tremenda remontada en las últimas fechas y se supo plantar en los momentos más complicados. En los cuartos de final, tras sufrir una inesperada remontada de Racing y luego de igualar en dos tantos, lo derrotó por penales. Fue superior a la "Academia" y tuvo una gran prueba de fuego superada en esa instancia. Luego, debió sufrir durante los 90 minutos ante River para eliminarlo desde los 11 pasos, con la particularidad que los "millonarios" no convirtieron ninguno de los 4 penales que patearon, siendo 3 de ellos atajados por Jorge "Fatura" Broun. En la final, que no fue bien jugada pues se notaba los nervios de los dos equipos, Rosario Central tuvo frialdad y pragmatismo en el momento indicado para lograr ganar en los 90 minutos ante Platense por 1 a 0. También hay que dedicarle un párrafo aparte a su entrenador, Miguel Ángel Russo, un hombre con mucha experiencia para las situaciones límites y con un gran recorrido en el fútbol, además de varios títulos. 

    Si bien los "canallas" vendieron a dos de sus joyas juveniles como Facundo Buonanotte y Alejo Véliz, más por necesidad que por convicción, encontraron en Jamilton Campaz a un potente y temible goleador y, seguramente, otro jugador a vender en una cifra muy alta. El equipo de Rosario es, sin duda, uno de los más importantes del país y, en esta ocasión, le dio al fútbol argentino una bocanada de aire fresco, además de recordarle al ambiente futbolero que no se debe esperar a que gane un título para que se lo nombre.

El Puma