JUGADORES QUE SE PUSIERON CAMISETAS OPUESTAS: SERGIO "MANTECA" MARTÍNEZ, GOLEADOR EN PEÑAROL, CAMPEÓN EN NACIONAL


 

Imagen: Paco Casal

    Los octavos de final de la Copa Libertadores de 1990 enfrentaban a River Plate, de Argentina, histórico equipo del continente y el campeón uruguayo de ese entonces, el humilde Defensor Sporting. El partido de ida se jugó en el legendario estadio Centenario de Montevideo y el conjunto de camiseta violeta se puso en ventaja con un tanto de un joven delantero con proyección europea, en ese entonces: Sergio Daniel Martínez. Este delantero que, en ese entonces, contaba con 21 años, era señalado para ir a la liga italiana (en ese entonces catalogado como una de las dos o tres mejores del mundo) en la siguiente temporada. Si bien River dio vuelta el resultado y en la revancha volvió a imponerse por 2 a 1, con el mismo desarrollo, fue la primera vez que se veía la estirpe goleadora de Martínez en la Argentina... y, paradójicamente, ante una futura víctima habitual. 

    El delantero, nacido en Montevideo el 15 de febrero de 1969, había debutado en la primera división del fútbol uruguayo en 1986 y ya había formado parte de la selección celeste en el Mundial de Italia, en 1990, jugando un partido entero ante Corea del Sur, pero sin marcar tantos. Era muy difícil que Defensor Sporting lo pudiera retener, por lo que en la temporada siguiente pasó a uno de los dos equipos más grandes de su país: Peñarol. No tardó en hacerse querer entre los hinchas "manyas", quienes lo vivaban domingo a domingo. Ese buen rendimiento lo llevó a cruzar el charco y llegar al fútbol argentino para ponerse la camiseta de Boca Juniors. 


Imagen: Diario El País, Uruguay

    En el equipo de la Ribera vivió los mejores años de su carrera futbolística. Fue, quizás, el lustro en el que más se destacó, señalando 87 goles, siendo campeón del torneo Apertura en 1992 y terminando con una sequía de once años del "xeneize" sin dar una vuelta olímpica. En Boca se dio a conocer su histórico apodo, "Manteca", del que jamás quiso explicar el origen y explicando que así fue bautizado en Uruguay. Durante ese período, también jugó algunos partidos en su selección, obteniendo la Copa América de 1995, disputada en su país, y anotando el penal definitivo en la definición de la final, ante Brasil. A pesar de hacer goles de todo tipo y para todos los gustos, en el último tiempo se lo notaba a disgusto en Boca, no tanto con el club sino con la dirigencia, tan es así que no festejaba cuando hacía un gol. Los últimos seis meses de 1997, fue relegado y puesto a la venta. Si bien se rumoreó que podría cruzar de vereda, no lo hizo. El tiempo puso todo en su lugar y demostró que era una bomba de humo generada por algún periodista que necesitaba impactar con algún título rutilante. Fue vendido a Deportivo La Coruña a fines de ese año.


Imagen: ESPN

    En España nunca logró demostrar lo que había hecho en el fútbol rioplatense. Apenas jugó tres partidos en las dos temporadas en tierras gallegas y su fichaje fue catalogado - esas cosas que tanto les gusta a los exitistas - como uno de los peores de la historia del club. Tras sufrir varias lesiones y cansado de pasar los domingos en las plateas, decidió regresar a su país. Esta vez sí cruzó de vereda y fichó para... ¡Nacional! Si bien en el "tricolor" no marcaba goles con tanta frecuencia como en Peñarol, allí obtuvo su segundo título de liga en Uruguay. Si bien en ese entonces declaró que no había problemas en ir a Nacional, tiempo más tarde y ya retirado confesó que no fue nada fácil pasar allí. 


Imagen: Diario El País, Uruguay

    En su selección, Martínez disputó 35 partidos y señaló 5 goles, teniendo a muchos delanteros compitiendo por un puesto. Todos ellos de enorme jerarquía, a pesar de que el equipo celeste pasó por ese entonces por uno de los peores momentos de su historia. Sin dudas que a "Manteca" se lo identifica con Peñarol, consiguió lo que allí le faltó en la vereda de enfrente antes de retirarse de la actividad en 2001 con tan solo 32 años.

El Puma

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