GOLEADORES DE LOS MUNDIALES: 2002, RONALDO, EL QUE NO PODÍA FALTAR

 

Imagen: Diario As

    En los casi 100 años de historia de los Mundiales, hubo goleadores exóticos, extraños y hasta desconocidos que luego pasaron por el fútbol sin pena ni gloria. Aunque también hubo enormes artilleros que colmaron las expectativas que de ellos se tenía. En 2002, se dio este último caso con el brasileño Ronaldo Luiz Nazario Lima, más conocido por el mundo futbolístico como Ronaldo. A su vez, este delantero potente, veloz, explosivo e implacable, cortó con una racha que se daba desde 1978 hasta ese año que fue estar en la cima de la tabla de goleadores con más de 6 tantos.

    Decir que Ronaldo hizo 8 goles en ese campeonato mundial, termina siendo solo una fría estadística cuando se hace un repaso por la brillante y accidentada carrera del brasileño. Este jugador, denominado por todos como el "Fenómeno", nació en Rio de Janeiro el 18 de septiembre de 1976 y dio sus primeros pasos en el humilde Sao Cristovao de la liga carioca. Pero fue en Cruzeiro donde llegó a la primera división de su país. Sin embargo, su paso fue efímero y tras ganar el Mundial de 1994 (formó parte del plantel, pero no disputó ni un solo minuto de ese certamen) con tan solo 18 años, fue vendido al PSV Einghoven para reemplazar a su compatriota Romario. En los Países Bajos destacó inmediatamente y, tras dos brillantes temporadas, nuevamente volviendo a seguir los pasos de Romario, Barcelona fue su siguiente destino. En Cataluña, para sorpresa de propios y extraños, solo estuvo un año. Inter de Milán, club que en ese entonces gastaba a cuenta para incorporar estrellas, se lo llevó. En Italia brilló en su primera temporada, pero las graves lesiones en sus rodillas, lo confinó a estar casi tres años sin jugar. No faltaron futboleros afirmando que la carrera del carioca estaba acabada. En la temporada 2001-2002, poco a poco fue llevado a jugar y a recuperar su nivel. El entrenador argentino Héctor Cúper fue quien realizó ese trabajo, sin embargo, tiempo después, cuando Real Madrid apareció para llevárselo, el "Fenómeno" aseguró que no quería estar más dirigido por el técnico albiceleste, sosteniendo que por culpa de él, casi se termina la carrera y no duda - aún en la actualidad - a calificarlo como el peor entrenador que jamás tuvo. 

    Esto último sucedió luego de obtener el campeonato mundial para su selección (el último de la rica historia verdeamarela). Ronaldo tenía decidido marcharse de Inter para aceptar la tentadora propuesta económica y futbolística del equipo más importante del mundo. Los tifosi nerazzurri jamás le perdonaron esa actitud, calificándolo como traidor y malagradecido. Peor fue cuando seis años después, cruzó de vereda y jugó en el archirrival de Inter: nada más y nada menos que Milan. Luego de varias lesiones y de disputar su último Mundial sin pena ni gloria, Ronaldo regresó a Brasil para jugar en Corinthians. Allí, habiendo aumentado considerablemente su peso, se vieron algunas pinceladas de su calidad, aunque ya no era lo mismo. Terminó retirándose en 2010 a los 34 años. 

    La pregunta de muchos con respuesta incomprobable fue: de no haberse lesionado tanto, ¿cuánto más podría haber hecho Ronaldo? Pocos goleadores tienen, incluso en la actualidad, su potencia, velocidad, habilidad, picardía y espectacularidad. Esos arranques en los que dejaba atrás al defensor que lo marcaba tenían, por lo general, el mismo final: la pelota en el fondo de la red. Fue, incluso, máximo goleador de la historia de los Mundiales hasta que Miroslav Klose, delantero polaco nacionalizado alemán, lo pudo superar en 2014. Hizo 4 goles en Francia 1998, 8 en Corea-Japón 2002, 3 en Alemania 2006 y, sin dudas, fue el nombre que no podía faltar como máximo goleador de una Copa del Mundo. 

    En la actualidad, es propietario de Valladolid, que milita en la segunda división del fútbol español en esta temporada, y de Cruzeiro, equipo en el que saltó a la fama y al que adquirió cuando este estaba en la segunda categoría de la liga brasileña y consiguió ascender.

El Puma