A CONFESIÓN DE PARTE, CAPÍTULO 1
Rafael miró su celular en cuanto se levantó de la cama para ir al baño. Allí pudo ver que tenía 30 llamadas perdidas y otros tantos mensajes. Dejó el teléfono en su lugar, se enjuagó la cara, se dirigió a la cocina para preparar unos mates con tostadas. Al regresar con la bandeja, Gladys lo esperaba feliz sentada en la cama. Pasaron el día entero juntos, olvidando que sucedían cosas fuera de esa casa. El mundo se había frenado y no existía otra cosa que los dos tórtolos amantes. Sin embargo, como reza la canción “presente”, todo tiene un final, todo termina . Así y todo, tardaron mucho en despedirse. Apenas cerró la puerta, notó que su celular estaba vibrando. Observó y tenía el primer mensaje típico de las parejas recién constituidas: “te extraño”. Rafael sonrió con esa expresión embobada de un adolescente que da su primer beso. D...