EL PITAZO FINAL
Ahí se quedó inmóvil, con su mano cubriendo sus ojos y retrocediendo en el tiempo. Todos los recuerdos afloraron tras ese sonido. Su infancia en Ferro, su debut en la primera de su club, su primer gol que sirvió para silenciar a una Bombonera llena, su paso por la selección, los mundiales, los triunfos, las derrotas, las lesiones, las vueltas. Fede sabía que el momento había llegado, que venían nuevos desafíos, pero esta vez fuera de la cancha. El momento de disfrutar a su familia más tiempo, de viajar por placer y no para concentrar, de concretar nuevos proyectos, empezó al escuchar este pitazo final. Los homenajes, el sueño de dirigir a su amado Ferro y, años más tarde, presidir su segunda casa. Por más que planificó y preparó ese momento en el último año de su carrera, en ese momento en que quedó parado en la mitad de la cancha, en el mítico estadio Maracaná y a punto de levanta...