RINCÓN DE LÁGRIMAS


     El 18 de junio de 1990, en el estadio Giuseppe Meazza de Milán, Colombia se jugaba la clasificación a los octavos de final. Luego de vencer a Emiratos Árabes Unidos por 2 a 0 y caer ante Yugoslavia por 1 a 0, se jugaba la chance nada menos que ante Alemania Federal, a la postre campeón del certamen. El conjunto cafetero debía ganar para depender de sí mismo o no perder, dependiendo de otros resultados. Dirigidos por Francisco Maturana y manejados dentro de la cancha por el inolvidable Carlos "Pibe" Valderrama, los sudamericanos, vestidos de rojo con vivos amarillos y azules, estaban plantándose ante el gigante teutón, neutralizándolo y dándole varios dolores de cabeza. En el minuto 43 del segundo tiempo, los entonces subcampeones se pusieron en ventaja, a través de un remate alto e inatajable de Pierre Littbarski. La suerte parecía sepultada. El golpe anímico podía ser letal. Sin embargo, en el segundo minuto adicional, una genialidad de Valderrama dejó mano a mano a uno de sus mejores laderos frente a Bodo Illgner y remató cruzado al arco. La pelota ingresó en el medio de la valla y pasó por entre las piernas del guardameta. Con el grito desaforado en su festejo y luego sepultado por sus compañeros, se presentó ante el mundo futbolístico Freddy Rincón.

    El 5 de septiembre de 1993, Colombia se volvía a jugar una parada brava. Visitaba a la Argentina en la cancha de River, conducida nuevamente por Valderrama y Rincón, además de sumar a otros jóvenes que empezaban a triunfar como Faustino Asprilla o Adolfo Valencia. Con el empate, le alcanzaba para clasificar, pero esa generación dorada fue por más y deslumbró a propios y extraños. Argentina buscaba desesperadamente el triunfo, mientras que Colombia esperaba con calma. Sobre el cierre del primer tiempo, una genialidad de Valderrama habilitó a Rincón, quien eludió a Sergio Goycochea y definió para enmudecer a los hinchas argentinos. Luego, cuando Colombia se puso 2 a 0 y el conjunto albiceleste parecía que iba a descontar, volvió a aparecer Rincón para definir el encuentro. Ese partido finalizó 5 a 0 y fue memorable para los cafeteros. Ahí estuvo Rincón.   








   El exquisito volante ofensivo jugó en Santa Fe y América de Cali, en su país, antes de recalar en Palmeiras de Brasil. Con el equipo caleño, alcanzó la semifinal de la Copa Libertadores, siendo eliminado por Newell's, en una definición por penales no apta para cardíacos. Luego de pasar por Palmeiras, recaló en Napoli, donde jugó un año antes de ir al club al que todos quieren ir: Real Madrid. Tras ello, regresó a Brasil para jugar en Corinthians, Palmeiras, Cruzeiro y Santos. En 2001 jugó por última vez para la selección de su país. Disputó 3 mundiales seguidos: Italia 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998. Se retiró en Corinthians en 2004. Su paso por la dirección técnica no fue tan fructífero, trabajando más como ayudante de campo

   El pasado 11 de abril, Rincón iba manejando con su automóvil en Cali y fue embestido por un ómnibus, siendo internado de gravedad. Peleó por su vida por poco tiempo y falleció a los 56 años. Sin dudas, marcó a una de las mejores generaciones del fútbol colombiano. Hoy , el país cafetero es un rincón de lágrimas. Freddy pasó a la eternidad.

El Puma 


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