NO QUIERE SER MENOS QUE MESSI... Y LO ES
Imagen: Olé
Durante más de una década, el mundo del fútbol, incitado por el periodismo, creó una rivalidad entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, debido a los títulos que ganaban, los Balones de Oro obtenidos y la cantidad de goles o récords que rompían. Por un lado, hay un tocado por la varita y una técnica natural que lo hace un superdotado. Por el otro, un excelente profesional, un animal competitivo que se esfuerza por mejorar día a día, además de poseer un nivel de responsabilidad jamás vista en un futbolista.
Messi apareció en forma espectacular en Barcelona, apadrinado por Ronaldinho quien, en su época dorada, aseguraba a quién quisiera escucharlo, que el joven rosarino iba a ser mejor que él. De escasa estatura, sus mayores habilidades eran el regate en velocidad, además de una inagotable cantidad de recursos. Un distinto desde todo punto de vista, alguien capaz de crear, asistir y definir con una facilidad asombrosa. En Argentina, muchos que vieron la aparición de la "Pulga" empezaban a hacer lo que era poco menos que una osadía: compararlo nada más y nada menos que con Diego Armando Maradona. El tiempo le dio la razón a estos últimos.
Cristiano Ronaldo fue adquirido por Manchester United tras una gran aparición en Sporting Lisboa. En Old Trafford vivió una etapa brillante, obteniendo ligas inglesas, Liga de Campeones de Europa y acaparando todas las miradas de admiración. El portugués se destacaba por una enorme potencia física y velocidad, además de un gran cabezazo y remate de media y larga distancia. Su capacidad goleadora era extraordinaria. Cuando fue transferido a Real Madrid, comenzó esa rivalidad.
La prensa madridista elogiaba por demás al lusitano diciendo que hacía más goles y que "siempre aparecía en los momentos complicados". Lo catalogaba como un líder. Por el lado catalán, hacían lo propio con el argentino. A su vez, además de los elogios al propio, estaba la descalificación al otro. Esto último jamás tuvo razón de ser. Sin embargo, por la mayor llegada de Real Madrid, además de su superior trascendencia histórica, el relato que consistía en repetir hasta el cansancio que el capitán del Barça y de la selección albiceleste era un pecho frío que caminaba la cancha y miraba hacia abajo, tomó forma de tal manera que mucha gente repetía ese adagio como si fueran loros. Ambos tienen personalidades diferentes. A uno le gustan los focos y al otro le gusta jugar a la pelota. Uno grita, y el otro habla con el balón en los pies.
Menospreciar a cualquiera de los dos es no entender el fútbol, casi que es no entender de la vida. Ahora, en términos técnicos, es una comparación absurda. Lo que hace Cristiano Ronaldo, Messi lo puede hacer a la perfección. Ahora, lo que hace Messi, Cristiano Ronaldo no lo puede hacer. ¿Alguien vio alguna vez al "Bicho" regatear en velocidad, asistir o hacer jugar a un equipo como lo hace Messi? Ninguno al día de hoy lo puede hacer. Hay que remontarse a Ronaldinho, Ronaldo o Maradona para apreciar algo similar. ¿Alguien vio alguna vez a Cristiano Ronaldo jugar para el resto del equipo? Jamás. Todos los equipos siempre jugaron para él. Y el portugués respondió. La "Pulga" necesitó de un equipo para jugar, pero también para hacerlo jugar. Ambos jugadores tenían alrededor a enormes compañeros. Sin embargo, Cristiano Ronaldo jamás hizo jugar a Toni Kroos, a Luka Modric o a Karim Benzema como sí Messi lo hizo con Xavi, Andrés Iniesta o Luis Suárez. Todo ese circo mediático fue armado en base a relatos fantasiosos.
Ambos están en la etapa final de sus carreras y ya no pueden hacer lo que solían hacer. Messi fue campeón del Mundo hace menos de dos años. Cristiano Ronaldo, si bien está en buen estado físico y posee un espíritu de lucha envidiable, ya no hace tantos goles. El argentino ya no posee la misma velocidad, pero hoy tiene más la función de asistir y generar situaciones de gol. El portugués está desesperado por marcar un gol en la presente edición de la Eurocopa y no parece entender que esa actitud perjudica a los muy buenos compañeros que lo rodean. Esa actitud casi le cuesta la clasificación de Portugal a los cuartos de final del certamen. Pareciera que se esmerara por demostrar que no es menos que Messi... pero lo es.
El Puma
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