JUGADORES QUE SE PUSIERON CAMISETAS OPUESTAS: GHEORGHE HAGI, EL CRACK AL QUE REAL MADRID Y BARCELONA NO QUISIERON ESPERAR


 Imagen: Four Four Two

Corría la mitad de la década del 80 del siglo pasado y varias selecciones y ligas de Europa oriental se estaban haciendo fuertes. Sus futbolistas difícilmente - por no decir que era imposible - podían ser transferidos a los mejores equipos del continente debido a que los regímenes totalitarios no lo permitían. En la Rumania de Nicolae Ceaucescu esa imposición no solamente era más visible, sino que el régimen intervenía directamente en la vida de los clubes. Así era como las dos instituciones más importantes las manejaban la policía y el ejército. Este último controlaba los destinos de Steaua Bucarest y lo hacían saltándose las reglas en más de una ocasión. Una de las más conocidas - dentro de lo que se puede - fue como se quedaron con un jugador que acababa de jugar un gran partido ante Dinamo Bucarest, marcando 4 goles, vistiendo la camiseta del modesto Sportul Studenstec y que ese año sería subcampeón de Rumania (por única vez en la historia). El club de la capital rumana acordó con el reciente vicecampeón llevarlo a préstamo por un partido, nada menos que la Supercopa Europea enfrentando al Dynamo Kiev. Una vez que ese encuentro se disputó, en el que marcó el gol de la victoria, no hubo ni devolución, ni pago por el pase. Simplemente, emulando alguna escena de los Simpsons, se lo quedaron. 

Y así es como Gheorghe Hagi, quien había sido el máximo goleador de la liga en las dos últimas temporadas en Sportul Studentesc, se puso la camiseta de Steua Bucarest por los siguientes cuatro años, de los cuales obtuvo el campeonato en los tres primeros y el segundo lugar en el restante, además de alcanzar la final de la Copa de Campeones de Europa en 1989, cayendo ante el increíble Milan dirigido por Arrigo Sacchi, que venía de vapulear a Real Madrid en la semifinal. De 1,74 metros de estatura, el hombre con el número diez casi tatuado en su espalda tenía una zurda prodigiosa y por la que era conocido como el "Maradona de los Cárpatos". Este exquisito volante creativo con gol nació el 5 de febrero de 1965, en Sacele, en las afueras de Constanta y comenzó a jugar en Farul de esta última ciudad hasta pasar al Sportul Studenstec, donde a su vez podía cursar sus estudios de economía. 

Ante la caída del régimen dictatorial de Ceaucescu, la posibilidad de mostrarse en las mejores ligas era cada vez mayor e inevitable. Tras disputar el Mundial de 1990 en Italia, donde tuvo una destacada actuación, Real Madrid posó sus ojos en él. Allí le tocó llegar cuando el Barcelona dirigido por Johan Cruyff comenzaba un reinado de cuatro años seguidos y, al no tener resultados, además de no poder rendir como se esperaba, fue vendido a Brescia de Italia con quien ascendió a la serie A, pero regresó a la segunda división en la temporada siguiente. Así llegaba a disputar el Mundial de 1994, casi olvidado. Sin embargo, sus grandes actuaciones acompañada de los 3 goles que hizo lo volvieron a situar en el radar de los grandes. Y esta vez regresó a España para cruzar de vereda y ponerse la camiseta de Barcelona. Tal como le sucediera en Madrid, llegó en una etapa en la que los resultados no eran los esperados y, además, el club catalán echó a Cruyff como entrenador después de que le diera cuatro títulos seguidos. El entrenador neerlandés fue quien había insistido en traerlo. En Cataluña corrió una suerte similar, jugando aún menos partidos que en la capital española. Fue así como pasó a Galatasaray de Turquía, donde encontró su lugar en el mundo. En cinco años, los últimos de su carrera, ganó 4 ligas turcas, dos copas locales, una copa U.E.F.A (derrotando a Arsenal en la final) y una Recopa de Europa.

Disputó tres mundiales y tres eurocopas y su mejor actuación fue, sin dudas, en Estados Unidos 1994. Al retirarse en 2001, fue entrenador y manager de varios equipos, entre los que se encuentran los tres en los que triunfó como jugador: Steaua Bucarest, Galatasaray y la selección rumana. Sin embargo, en muchos lugares duró poco por su carácter de pocas pulgas. El "Maradona de los Cárpatos" sin dudas tenía las condiciones para estar en las mejores ligas, prueba de ello es que los dos acérrimos rivales de la liga española se fijaron en él y lo ficharon. Sin embargo, ni Real Madrid ni Barcelona supieron esperar a este crack venido de las tierras del Conde Drácula.

El Puma

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