EL SOCIO DEL SILENCIO

 

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    Fue un gran delantero y goleador. Un nueve de raza, alto pero hábil, implacable en el área y fue el socio de grandes figuras como Zico, Sócrates, Müller y Diego Armando Maradona. Se trata de Antonio Oliveira, más conocido como Careca. Este atacante brasileño nació en Araraquara, estado de Sao Paulo, el 5 de octubre de 1960 e hizo las divisiones inferiores en Guaraní de Campinas donde debutó en 1978, anotando 25 goles en 49 partidos entre el torneo estadual y el brasileirao, obteniendo el único campeonato nacional de la historia del club. Sin embargo, dos años después, jugaría en la segunda división, siendo campeón de la misma. Sin embargo, los números de Careca eran impresionantes, por lo que en 1983 fue transferido a Sao Paulo donde jugó hasta 1987, obteniendo el campeonato brasileño en 1986. 

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    En 1987 llegó para reforzar al campeón del fútbol italiano: Napoli. El conjunto del sur de la península venía de obtener el primer scudetto de su historia de la mano del capitán de la selección argentina y también recientemente consagrado como campeón del mundo en México. Junto con Maradona, Careca formó una dupla de ataque que fue furor en la Serie A. Napoli estuvo a punto de repetir la hazaña, pero un sorprendente bajón en el rendimiento (llegó a estar a 7 puntos por arriba de Milan, a la postre el campeón, cuando se sumaba de a 2 unidades) y una remontada del conjunto rossonero que contaba con los neerlandeses Marco Van Basten y Ruud Güllit, lo dejó con un amargo sabor de boca. El brasileño convirtió 18 goles en 34 partidos disputados, siendo uno de los mejores jugadores del campeonato.

    En la temporada siguiente, obtuvo la Copa U.E.F.A (hoy U.E.F.A Europa League) venciendo a rivales como Bordeaux, Juventus, Bayern Munich y Stuttgart, entre los más destacados. En esa temporada, la llegada de su compatriota Alemao, le dio aún más solidez al equipo. No le alcanzó para ser campeón de Italia, debido a que Inter realizó una campaña demasiado buena, contando entre sus filas a los alemanes Andreas Brehme y Lothar Matthäus, además del argentino Ramón Díaz (el cuadro nerazzurro solo dos partidos en toda la temporada). De hecho, tanto Maradona como Careca y Alemao tuvieron que presenciar los festejos del conjunto milanés, que se consagró ante los del sur en el estadio Giuseppe Meazza. 

    El ansiado scudetto llegó en 1990, previo al Mundial que se disputó en Italia, tras una brillante remontada final, vengándose de lo que le sucediera en su primera temporada y ante el mismo rival. Ese mismo año obtuvo la Supercopa de Italia, siendo el último título de la era, quizás, la más importante de la historia de Napoli. Luego, el equipo se fue desarmando y Careca permaneció allí hasta 1993, año en que renunció definitivamente a la selección de su país y se fue a jugar a Japón. En la Tierra del Sol Naciente estuvo 4 años antes de regresar a Brasil para recalar en Santos y luego en Sao José, donde se retiró.

    En la selección brasileña tuvo una destacada actuación. No pudo participar del Mundial de 1982, donde era muy tenido en cuenta por el entrenador Telé Santana, por estar lesionado. En México 1986, marcó 5 goles en los 5 partidos disputados de la canarinha, siendo eliminado por Francia en los cuartos de final, tras la definición por penales. En Italia, cuatro años más tarde, marcó los dos primeros tantos de su seleccionado ante Suecia y en ese certamen disputó cuatro encuentros, siendo eliminado por Argentina en octavos de final. En 1993, Carlos Parreira tomó el mando de la selección y decidió buscar a los mejores jugadores brasileños en las mejores ligas, tales como Bebeto, Romario y el mismo Careca. Sin embargo, este último, decidió renunciar al combinado nacional, hecho que lamentó con el paso del tiempo, dado que Brasil levantó la Copa del Mundo en Estados Unidos, en 1994.

    Jugando para su país, Careca señaló 29 tantos en 61 partidos. Siendo un atacante espectacular y fundamental en los equipos que integró, su socio más importante durante la notable carrera que tuvo, fue el silencio.

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