PENSANDO EN VOZ ALTA: ECHARLO A DEMICHELIS, ¿PARA TRAER A QUIÉN?


 

    Hace tiempo que River tiene el mejor plantel del fútbol argentino y que, por momentos, es el equipo que mejor juega. La vara es muy alta, históricamente desde el comienzo del profesionalismo allá por 1931, pero aún más desde que tomó el mando del plantel Marcelo Gallardo en 2014 hasta que se fue en 2022. Después del "Muñeco" tomó la posta otro hombre de la casa, Martín Demichelis. 

    El oriundo de Justiniano Posse, provincia de Córdoba, heredó una mochila muy pesada: fue quien vino a reemplazar al entrenador más emblemático de las últimas décadas. Al comenzar, hizo la lógica y dejó todo en piloto automático ganando el título de la Liga Profesional en forma contundente. Luego, quiso poner su propio sello y pecó hasta de ingenuo con algunas acciones. Eso le hizo perder el dominio sobre el plantel. Y allí hay (y había) muchos pesos pesados. El rendimiento del equipo cayó estrepitosamente y las declaraciones de los protagonistas dejaban (y aún hoy lo hacen) muy mal parado a Demichelis. 



Imagen: LM Neuquén

    Pocas semanas atrás, tras una caída en el rendimiento, jugó la Supercopa Argentina y, según varias fuentes informativas, era un examen para el entrenador. No fueron pocos quienes aventuraron que, en caso de sufrir una derrota, hubiese ido a buscar trabajo al día siguiente. Sin embargo, los mismos intérpretes, luego lo clasificaron como brillante estratega por haber dado vuelta ese partido con Estudiantes de la Plata y ganarlo por 2 a 1 para alzarse con el trofeo. 

    Tras un amistoso en la última fecha FIFA en la que cayó por 4 a 0 ante Independiente Rivadavia de Mendoza, con un rendimiento por demás preocupante, una nueva derrota en la 12nda fecha de la fase de grupos de la Copa de la Liga, esta vez por 1 a 0 ante Huracán en Parque de los Patricios, se encendieron las señales de alarma. No por la derrota en sí, sino por el bajo rendimiento individual y colectivo. Otra vez se escuchan voces que piden la destitución del entrenador. La pregunta es, en caso de que se lo deje cesante, ¿a quién van a traer? Faltan pocos días para el debut de River en la Copa Libertadores, quedan dos jornadas antes de los cuartos de final de la Copa de la Liga (hoy el millonario está clasificado entre los cuatro mejores de su grupo, todavía) y conseguir un director técnico con el currículum suficientemente amplio y rico para dirigir a la institución de Núñez es una misión por demás complicada. En estas circunstancias, para traer por el hecho de traer, mejor seguir con lo que se tiene.

    Retrocediendo en el tiempo, River ya vivió una situación similar. Fue en 1996 con un inexperto Ramón Díaz dirigiendo y siendo muy cuestionado. También se pedía su renuncia por los cuatro costados del estadio Monumental. Sin embargo, pocas semanas antes de la finalización de su contrato, obtuvo la Copa Libertadores de América y luego le renovaron el vínculo, viniendo una era dorada en la historia del club. La semejanza es la situación casi "insostenible" del entrenador. La diferencia es que, por el lado de "Micho" ya obtuvo tres títulos contra ninguno que había obtenido el "Pelado". También hay que hablar de carisma y viveza, y ahí la balanza se inclina definitivamente para el lado del riojano. No es que por haber encontrado una coincidencia es que la historia se deba repetir. La semejanza termina cayendo en la misma pregunta: echar al DT, ¿para traer a quién?

El Puma

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