FIFTY-FIFTY (SÉPTIMA O PRIMERA)


Imagen: 24 Horas

    Boca Juniors buscará la obsesión enfermiza (y por momentos dañina, puesto a que desarmó grandes planteles debido a ella) de igualar a Independiente como máximo ganador histórico de la Copa Libertadores de América. Fluminense, uno de los grandes de Brasil en no alzar el trofeo continental, buscará anotar su nombre entre los monarcas de Sudamérica. Solo 90 minutos separan a uno u otro del título. ¿Quién ganará? Más que nunca, el panorama está en fifty-fifty

    El conjunto xeneize no juega un fútbol vistoso, a pesar de contar con mucha jerarquía individual. Su entrenador, Jorge Almirón, por momentos, demuestra que el cargo le queda demasiado grande y hace jugar a Boca especulando más de lo que debiera buscar el arco rival. Pasó sus tres series de mano a mano de la misma manera: en la definición por penales. No perdió... pero no ganó. Su arquero Sergio Romero fue la figura indiscutida. El guardavalla, de quien muchos periodistas descubrieron que es excelente en su puesto por atajar penales en Boca, después de haberlo denostado por años en la selección argentina por ser del "club de amigos de (Lionel) Messi", finalmente está recibiendo el reconocimiento del público (más que merecido, por cierto). Almirón no podrá contar con Marcos Rojo, el capitán, por haber sido expulsado en el partido de vuelta ante Palmeiras y, seguramente será reemplazado por Nicolás Valentini o Bruno Valdez. Por los rendimientos de los últimos partidos, Valentini debería correr con ventaja. Marcelo Weingandt y Frank Fabra seguramente serán los laterales, mientras que Jorge Figal completará la defensa. El mediocampo puede variar, puesto que Almirón ha cambiado fichas permanentemente, aunque se calcula que Cristian Medina, Exequiel Fernández, Guillermo "Pol" Fernández y Valentín Barco (al que el entrenador pasó por todas las ubicaciones de la cancha, excepto de arquero). El ataque tiene un nombre inamovible: el uruguayo Edinson Cavani. Quien lo acompañe puede ser su compatriota Miguel Merentiel o, con menos chances, Darío Benedetto. La estrella recientemente llegada de Valencia aún no mostró su real valía, pero su calidad y jerarquía son siempre visibles. ¿Qué planteo hará el "xeneize"? Su historia marca que deberá ir a buscar el partido. Los hechos recientes sostienen que Almirón hará lo que hizo hasta ahora - y le vino saliendo bien -: apostar a los penales y las virtudes de Sergio Romero.

    Los cariocas vienen demostrando ser un equipo con capacidad goleadora y mucho coraje. En la semifinal, logró igualar en Rio de Janeiro un partido que tenía perdido y con un hombre de menos ante Internacional, para luego vencerlo en Porto Alegre, tras haber sido dominado y haber estado en desventaja. Germán Cano, el delantero argentino, es su goleador y el máximo anotador de esta edición copera. Si bien posee jugadores de mucha experiencia, también hay en algunos casos, mucha veteranía. Felipe Melo, uno de sus marcadores centrales, posee sobrada experiencia, aunque los 40 años puedan jugarle una mala pasada a la hora de un mano a mano. Marcelo, el lateral izquierdo y multicampeón europeo con Real Madrid es un arma letal. En el mediocampo, Ganso es el titiriteo y el que puede hacer la diferencia o cambiar el rumbo de un partido. Los torcedores cariocas deberán rezar para que su emblema esté inspirado en ese partido. 

    El partido, en la previa, puede verse con un equipo que propondrá atacar. Resta ver si respeta por demás, o no, al rival. Este último, hará lo que mejor hizo en las tres series previas: esperar, especular y tratar de ganar por penales. Sin dudas puede ser una final interesante entre dos propuestas opuestas, pero legítimas. El pálpito es que de haber un ganador en los 90 minutos, este será Fluminense. Si el partido termina igualado y se debe definir por penales, el campeón será Boca Juniors. 

El Puma

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