REPORTAJES DE BORIS STEPANEK: TORE HALVERSEN, PARTE 12

 

- ¿Trabajarías en el fútbol de Fronha?

- Tendría que ser con gente que tire para el mismo lado.

- ¿Alguna vez intentaron comunicarse con vos para algo así?

- Durante la era Materazzi me llamaron algunos. Yo fui claro, mientras ese señor esté en el poder, no cuenten conmigo.

- Ahora está en prisión.

- Que es donde siempre debió estar.

- ¿Cuándo lo viste por primera vez, qué impresión te causó?

- Me cayó mal desde un principio. Un imbécil y pedante, pretendiendo que todo el mundo le rindiera pleitesía.

- Cuando hiciste los goles en aquella final contra Santa Mara, ¿se los gritaste a él?

- ¡Obvio! Me dirigí a los palcos, lo grité de frente y después me di vuelta mostrándole mi dorsal.

- ¿Cuándo fue la última vez que viste a Beppe Filippi?

- En la cena que tuve con la familia en la casa de ellos. Fue al día siguiente de llegar a Fronha.

- ¿Por qué compraste esta casa?

- Porque este era el nido de amor que construimos con Katerina. Cuando Marco y Gina decidieron irse, vendieron todo. Ofrecí comprar esta casa. Vengo todos los años a pasar unos días para desconectarme y, a veces, recordar.

- ¿Qué diferencias hay, para vos, entre Fromberg, Buenos Aires y Milán?

- Fromberg nunca me gustó. Buenos Aires es espectacular, Milán es elegante.

- O sea que no vivirías otra vez en Fromberg.

- No, si volviera a instalarme en Fronha, esta casa en Nova Lisboa sería mi lugar.

- ¿Y dónde te gustaría vivir una vez que dejes de jugar?

- Está difícil. Ahora vivo en Bergamo y me gusta. Es tranquilo. Buenos Aires me tira mucho.

Continuará...

Boris Stepanek