REPORTAJES DE BORIS STEPANEK: TORE HALVERSEN, PARTE 5
- ¿Cuánto tiempo pasó hasta que empezaste a entrenar con la primera?
- Unos meses. Venía muy bien. Justo cuando jugué mi primer superclásico, hice un par de goles. Ahí vino Rubén Gatto, el que era entrenador de la primera y me vio.
- Hablame de Gatto. ¿Cómo fue tu vínculo?
- Muy malo. Él se odiaba con Rodolfo Holmberg y yo pagaba los platos rotos. Encima yo salía con Catalina, la hija de Rodolfo. Cuando me necesitó, me usó. Cuando le trajeron lo que pidió, me mandó a préstamo.
- Ahí quería llegar. Pero antes quería hablar de tu debut en primera y el rápido idilio con el hincha.
- Gatto lo que hizo fue lo que un perverso le hace a un niño: le da el dulce y cuando lo empieza a disfrutar, se lo saca. No me hablaba. Ahora, cuando necesitaba, me mandaba a llamar.
- ¿Por qué te mandó a préstamo después de ese buen semestre?
- Porque si yo seguía, no me iba a poder mandar al banco mucho tiempo más.
- Y llega Platense.
- Llega Platense. Me quiso pisotear la autoestima y me la subió.
- ¿Cómo fue llegar a Platense después de haber sido campeón con River?
- No fue fácil. Encima el objetivo era mantenerse en la categoría. Me fortaleció el carácter y me hizo más duro, sobre todo a la hora de ir al roce.
- ¿Y el cuerpo técnico?
- El 'Gallego' Díaz era lo más. Hablaba lo justo y necesario. Era muy divertido. Y el 'Vasco' Arbizu, su ayudante, hablaba por todos. ¡Un personaje!
- También estaba el 'Indio' Vega.
- ¡Uy! Era tremendo. Gran jugador, de esos que si lo tenés enfrente, lo querés matar y cuando lo tenés al lado, lo amás. Me pasaron las dos cosas con él. En la primera fase del torneo, lo enfrenté. El jugando para Almirante Brown. Me mató y me volvió loco. Cuando lo trajeron al club y me lo crucé en la primera práctica, lo quería matar. Me frenaron el 'Vasco' y el 'Gallego'. De ahí nos llevaron a un cuarto. Le dije de todo. Cuando terminé, él me explicó, con mucha calma, que esa era su manera de provocar a los rivales, y que, para él, sus compañeros son como sus hermanos y que él me iba a bancar a muerte en la cancha.
- ¿Y lo hizo?
- ¡Y cómo! Me acuerdo de un partido contra Nueva Chicago. Me venían pegando duro. En un momento, yo estaba en el piso y el 'Indio' se me acerca. Me dice al oído: 'Yo me encargo'. De ahí, lo veo que va a hablar con el capitán de ellos. Me empezaron a pegar menos. Ganamos y en el vestuario le pregunté qué había hecho. Y me dijo: 'Le avisé a los defensores de ellos, que por cada patada que te peguen, yo le iba a dar dos al nueve de ellos'.
- ¿Es verdad que vos hiciste lobby para llevarlo a River?
- Digamos que aporté un granito de arena...
- ¿Se puede decir que vos impulsaste su carrera?
- No, eso sería faltarle el respeto a su profesionalismo. El 'Indio' tenía un montón de cualidades. No solo pegaba patadas. Con los años, todas sus cualidades salieron a la luz. Buen cabezazo ofensivo, buena pegada de larga distancia. Todo eso fue apareciendo. Su carrera y éxito con pura y exclusivamente mérito suyo. Después están la ayuda y la suerte.
- Te amigaste con él en Platense y juntos consiguieron el ascenso y ganaron la Copa Argentina.
- Fue un año espectacular. Se había formado un grupo espectacular. Desde el cuerpo técnico, hasta jugadores y utileros.
Continuará...
Boris Stepanek
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