REPORTAJES DE BORIS STEPANEK: TORE HALVERSEN, PARTE 1

 

En esta gira que marcó mi regreso a Fronha después de algunos años, decidí reforzar con testimonios mi libro sobre la historia de este pintoresco país al que llevo en un lugar importante de mi corazón. Tras quedarme varios días en Fromberg visitando casi periódicamente a Massima ya no con fines periodísticos o documentales, me dirigí a la primera capital histórica del país: Sao Joao. Esta vez no me tocó encontrarme con un político, sino con un futbolista. Pero no cualquiera. Nada menos que el mejor que dio esta tierra.

Tuve la suerte de poder concertar la cita con él antes de que se vaya a su casa, en Bergamo. Se estaba quedando en Sao Joao para terminar la sucesión de sus padres y terminar su rehabilitación en Italia, a ver si logra vencer esta mala racha de lesiones. 

Llegué a la casa de sus padres, donde me citó. Tras un respetuoso saludo, Tore Halversen me invitó a subir a su auto, para que tengamos la entrevista en un lugar más cómodo. Mientras viajábamos, le ofrecí comentar y él, gustoso, accedió. "Tore, ¿cómo va la recuperación?

- Quiero ser muy prudente con eso y no apurar los tiempos. Intenté regresar rápido después de mi primera operación de rodilla y me resentí de la lesión.

- ¿Por decisión tuya o del equipo?

- Un poco de ambos. Más mía. Tenía muchas ganas de volver.

- Y ahora, ¿cómo te sentís?

- Bastante bien. Tengo un poco de miedo, pero ya no me duele cuando hago los ejercicios físicos. En cuanto llegue a Italia y empiece la pretemporada, haré mis primeros trabajos con pelota.

- ¿Estuviste entrenándote en estos días?

- Sí, estuve haciéndolo con el plantel de Defer.

- Volviendo al primer amor.

- Así es.

Continuará...

Boris Stepanek