LO QUE DEJARON LAS ELIMINATORIAS SUDAMERICANAS
Terminaron las eliminatorias en Sudamérica y estas dejaron mucha tela para cortar. Más equipos de la región irán al Mundial (como de otras regiones también), lo cual hizo que se esperara hasta último momento para saber quién clasificaba y quien iba al repechaje. Habrá regresos, hubo consolidaciones y decepciones. Entre los primeros se cuenta con la vuelta de Paraguay a la cita mundialista. Entre los segundos se encuentra Ecuador, que ya no sorprende su estadía entre los mejores del continente. La decepción fue nuevamente Chile. Equipo por equipo, este fue el balance de las eliminatorias.
Argentina: El campeón del mundo se consolidó como tal y fue el equipo que más triunfos obtuvo, además de tener, por momentos, un rendimiento superlativo superando por mucho a algunos rivales. A su vez, el cuerpo técnico entendió que debía hacer un recambio y lo fue haciendo lentamente durante las eliminatorias, aunque aún conserva la mayor parte de la base que obtuvo el título en Qatar. El equipo está aceitado y funciona, aunque de acá al comienzo del Mundial todo puede cambiar. Sin dudas, fue el mejor equipo de estas eliminatorias.
Ecuador: El equipo consolidado en el podio de Sudamérica. A un trabajo sigiloso que se hizo en las últimas dos décadas, comienza a verse una camada de jugadores habilidosos, además de un funcionamiento más vistoso. La selección ecuatoriana ya funciona sola, los entrenadores parecen ser solo una pieza de un engranaje bien aceitado. Sebastián Beccacece es un director técnico capacitado, aunque su temperamento muchas veces lo traiciona y es a ello a lo que este seleccionado debe temer. Siendo el equipo que menos veces cayó derrotado y que, para colmo de males, arrancó con tres puntos menos, terminó siendo segundo en las eliminatorias y fue uno de los que le infligió a la Argentina una derrota.
Uruguay: La "celeste" arrancó con bombos y platillos, con un ritmo vertical como a su entrenador, Marcelo Bielsa, le gusta. En la primera parte tuvo triunfos rimbombantes ante Argentina y Brasil, viendo a un equipo sólido y que se hacía respetar en cualquier cancha en la que se presentaba. Sin embargo, hubo un antes y después de la Copa América, donde Luis Suárez, quien se retiró después de ese certamen, hizo declaraciones en contra del entrenador. Allí aparecieron zozobras y el rendimiento cayó estrepitosamente. Bielsa logró enderezar el barco y la clasificación nunca estuvo en peligro. Le queda tiempo para trabajar en la recta final antes del Mundial e intentar que el equipo charrúa vuelva a ser el de los primeros partidos de las eliminatorias.
Colombia: El conjunto cafetero también tuvo picos muy altos de rendimiento, especialmente en la previa y en los primeros partidos posteriores a la Copa América. Al talento natural de varios de sus jugadores, se agregó el condimento táctico de la mano de su entrenador, el argentino Néstor Lorenzo. Este último le devolvió a Colombia protagonismo. Muchos de sus talentosos creativos como James Rodríguez o Juan Fernando Quintero volvieron a tener picos altos de rendimiento en la selección. Luego de vencer a Argentina en Barranquilla, el nivel cayó un poco sin jamás peligrar la clasificación. Lorenzo tendrá tiempo suficiente para ajustar lo que haya que ajustar para la Copa del Mundo.
Brasil: Selección con una riquísima historia compuesta por un equipo insulso y desabrido. Lejos del brillo, del "jogo bonito" y de enormes figuras, se ve a una "canarinha" completamente descolorida, aburrida y con jugadores buenos, pero que aún están lejos de lo que pudieron ser Ronaldo, Ronaldinho, Rivaldo, Kaká, Romario, Adriano, Neymar entre tantos cracks que honraron la camiseta "verdeamarela". Su paso por las eliminatorias fue silencioso. Brasil tiene peso específico propio que puede hacer aparecer un equipo temible y poderoso. Para eso fue a buscar a Carlo Ancelotti como entrenador, sin embargo, deberán acostumbrarse más al pragmatismo que al ritmo de la "escola do samba". El italiano deberá conseguir los puntos altos de las individualidades que posee. Los "torcedores" todavía están esperando a Vinicius Junior, cuya alma se queda en Madrid cuando su cuerpo se pone la camiseta "verdeamarela". ¿Puede ser campeón? Sí. ¿Puede volver a fracasar? También. Con Brasil, todo es posible.
Paraguay: La revelación de las eliminatorias desde que hizo un cambio brusco de timón. La albirroja bajo la dirección técnica de Guillermo Barros Schelotto no iba ni para atrás, ni para adelante. Hubo que buscar a un piloto de tormenta, a alguien que enderezara el rumbo y para ello trajeron a Gustavo Alfaro. El argentino, ex entrenador de Boca, Arsenal, Quilmes y Huracán, entre otros, venía de una muy buena gestión en Ecuador y Costa Rica. El rafaelino abandonó a los "ticos" y tomó el desafío de levantar a una selección que estaba de capa caída. Apeló a la manera tradicional de jugar de los guaraníes, en base a garra, solidez, equilibrio y pragmatismo. Desde que asumió, cosechó muchos puntos y depositó a Paraguay en el Mundial tras 16 años de ausencia.
Bolivia: Tras un pobre comienzo con Gustavo Costas como entrenador, quien prometió la clasificación, está a unos partidos de poder disputar el próximo Mundial, pero de la mano de Óscar Villegas. El actual entrenador de Racing tuvo un paso paupérrimo por la selección del Altiplano y tuvo que dar un paso al costado. Villegas llegó en silencio y apeló a que la localía se disputara en el lugar de más altura del país, dejando de jugar en el estadio Hernando Siles de La Paz, para hacerlo en el Alto, a 500 metros más arriba. Se hizo fuerte allí y en la última fecha, consiguió entrar en el repechaje. No jugará en su país, pero tiene altas posibilidades de ingresar y regresaría a los mundiales después de 32 años.
Venezuela: La "vinotinto" estuvo muy cerca de concretar lo que nunca pudo en su historia: clasificar. Durante gran parte de las eliminatorias estuvo en la zona de clasificación, pero su rendimiento fue cayendo en los últimos encuentros. En la última jornada, perdió la chance de disputar el repechaje cayendo como local ante Colombia. Fernando Batista, el entrenador argentino que está acostumbrado a arreglarse con lo que puede, estuvo a punto de conseguir la hazaña y terminó despedido, hecho responsable de este "fracaso". El "Bocha" pagó los platos rotos cuando fue quien más cerca estuvo de llevar a Venezuela al Mundial.
Perú: Una selección que en algún momento fue de las grandes del continente, vive un presente muy malo. Es como esas mansiones a las que se dejaron de hacer mantenimiento y tiene las paredes descascaradas, con humedades. Hace mucho tiempo que los incaicos no dan pie con bola, a pesar de haber tenido un período rescatable de la mano de Ricardo Gareca en la dirección técnica. Se espera que, en algún momento, la selección de la "banda roja" vuelva a ser lo que alguna vez fue.
Chile: Desde que se terminó la generación dorada formada por Marcelo Bielsa, la caída de los trasandinos ha sido tremendamente estrepitosa. Sin recambio generacional y acudiendo todavía a los últimos resabios de una generación que ya se fue, no se ve ni una camada, ni una nueva figura que pueda levantar a la "roja". Será momento de resetear y empezar de nuevo para que Chile vuelva a tener el brillo que supo tener varias veces en los últimos 30 años.
El Puma
Gracias! Un abrazo
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