JUGADORES QUE SE PUSIERON CAMISETAS OPUESTAS: RICARDO GARECA, EL QUE PERDIÓ LA IDOLATRÍA POR CRUZAR LA VEREDA POCOS MESES


Ricardo Alberto Gareca no es un jugador más en la historia del fútbol argentino. El "Flaco" o el "Tigre" era un delantero de área temible, rápido y bastante completo, quien también solía bajar unos metros para ayudar al equipo a recuperar la pelota. De mucha altura y buen porte, fue un delantero de raza.

Oriundo de Tapiales, provincia de Buenos Aires, nació el 10 de febrero de 1958 y realizó las divisiones inferiores de Boca. En el club "xeneize" debutó en 1978 jugando en forma intermitente y alternativa. En 1981, fue cedido a préstamo a Sarmiento de Junín, donde forma dupla ofensiva con Juan Gilberto Funes. Tras destacarse en el conjunto juninense, Boca lo reincorpora en 1982 después de ser campeón con Diego Armando Maradona como emblema. A partir de allí, el "Tigre" se destacó hasta llegar a ser ídolo, empresa por demás complicada.


Sin embargo, no todo era color de rosa en Boca. Había una enorme con el plantel, además de embargos y un déficit enorme. Tan es así que la Bombonera fue clausurada y a punto de ser rematada. Ante ese panorama, Gareca junto a Oscar Ruggeri reclamaron la libertad de acción. Así fue como el delantero y su compinche se fueron y cruzaron la vereda para ponerse la camiseta de River a comienzos de 1985. Esa "traición" no es perdonada ni al día de la fecha por el club de la Ribera.


En Núñez solo jugó medio año antes de ser vendido al América de Cali, donde obtuvo dos campeonatos locales y perdió tres finales seguidas en la Copa Libertadores de América. En el medio, le dio la clasificación al Mundial 1986 a la selección argentina, marcando el gol del empate ante Perú a falta de 10 minutos. Aun así, no fue convocado a la Copa del Mundo. Paradójicamente, fue el artífice de que Perú volviera a disputar un Mundial en 2018 siendo el director técnico de la selección inca.




Tras su exitoso paso por Colombia, regresó a la Argentina para ponerse la camiseta del club del que es hincha: Vélez. En Liniers estuvo casi cuatro años, siendo protagonista, pero no pudo coronar una buena era con un título. 


Su última etapa como jugador fue en Independiente donde ganó el título local y se retiró unos meses de que "Rojo de Avellaneda" obtuviera su primera Supercopa en 1994.


Inició su periplo como entrenador en la segunda división, dirigiendo a San Martín de Tucumán y luego a Talleres de Córdoba. Tras obtener buenos resultados, Independiente lo fue a buscar, sin embargo, no tuvo el rendimiento esperado en Avellaneda. Regresó a Talleres donde consiguió el ascenso a primera, terminó con una larga racha negativa ante el archirrival, Belgrano y le dio a los "matadores" el único título internacional de su historia: la Copa Conmebol en 1999. Tras sufrir un desgaste con la dirigencia, se mudó a Santa Fe para entrenar a Colón. Se fue sin pena ni gloria. Luego tuvo un fugaz regreso a Córdoba, para recalar en Quilmes al que casi ascendió a primera división. Al año siguiente, estuvo en la misma situación en Argentinos Juniors perdiendo el ascenso con... Quilmes.



Tuvo un paso leve por América de Cali y otro un poco más largo en Independiente Santa Fe antes de pasar por un cuarto ciclo en Talleres.

En 2007 tomó las riendas de Universitario de Perú donde tuvo dos buenas temporadas sin lograr ser campeón. Donde finalmente pudo serlo fue en su amado Vélez, en 2009. Allí tuvo un equipo protagonista permanente durante 5 años obteniendo un total de 4 campeonatos locales y una semifinal de Copa Libertadores en 2011.


Tras su larga estadía en Liniers, lo contrató Palmeiras para echarlo a los 13 partidos. En 2015 tomó las riendas de la selección de Perú a la que clasificó al Mundial de Rusia y llegando al repechaje del Mundial 2022, cayendo ante Australia por penales. Después tuvo un corto regreso a Vélez, ante una situación crítica. 


Situación similar le sucedió al tomar la selección chilena a la que no pudo clasificar al próximo Mundial y de donde renunció ni bien perdió su última posibilidad ante Bolivia en la altura por 2 a 0.

Cómo se ve, la historia de Gareca es muy larga y rica tanto en éxitos como fracasos. Sin embargo, por lo que más se lo recuerda en Argentina es por haber pasado de ser ídolo de Boca a uno más del montón en River.

El Puma

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