RACING vs. CRUZEIRO: TERCERA FINAL Y UN DENOMINADOR COMÚN

 


En 1988, se disputó la primera final de la Supercopa de campeones de América entre Racing y Cruzeiro. En aquella ocasión, fue la Academia en festejar tras vencer en Avellaneda y conseguir un empate en Belo Horizonte. En la zaga central de aquel gran equipo dirigido por Alfio Basile, jugaba un tal Gustavo Costas, hombre formado e identificado con la casa blanquiceleste. 

Cuatro años más tarde, en el mismo campeonato, ambos equipos volvieron a encontrarse en la definición. Primero en Brasil con una goleada categórica de 4 a 0 y luego con una victoria racinguista por 1 a 0, como para salvar el honor. Tal como sucediera la primera vez, en la zaga central estaba Costas, quien acababa de regresar de Europa para cumplir con su sueño de retirarse en su amado Racing Club. 

Décadas más tarde, más específicamente 22 años después, Racing y Cruzeiro disputarán la final de la Copa Sudamericana, esta vez a un solo encuentro que se va a jugar en Asunción, en el estadio de Cerro Porteño, más conocido como "la Olla". Entre los dos equipos titulares ya no se repetirán los nombres, sin embargo, la Academia es comandada por alguien que sí estuvo en las dos definiciones anteriores: Gustavo Costas.

Este emblemático símbolo del equipo de Avellaneda pasó por todas las etapas: desde ser mascota, pasando por jugador de primera división a ser director técnico, cumpliendo en la actualidad su tercer ciclo. Siempre le ha tocado estar de entrenador en las malas, como la primera vez cuando Racing luchaba por sobrevivir y no quebrar. Esta vez cuenta con un gran plantel, para muchos el mejor que hay en el fútbol argentino. Si bien el rendimiento fue muy irregular, mostró picos muy altos y cuando eso sucedió, no tuvo rival capaz de hacerle frente. Sin embargo, en sus puntos más bajos, cayó en partidos impensados. Su andar en la Copa Sudamericana fue implacable con goleadas y excelentes rendimientos y eliminando a rivales muy difíciles como los brasileños Atlético Paranaense y Corinthians. Ahora le toca un viejo conocido, sin grandes nombres, pero con mucha historia y un andar más que respetable en el certamen. En los tres enfrentamientos históricos, quien fuera mascota es el denominador común. Para Costas, hubo una cal y una de arena en sus enfrentamientos anteriores. ¿Qué pasará esta vez?

El Puma

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