PENSANDO EN VOZ ALTA: GANÓ EL QUE SE LA TOMÓ EN SERIO

 

Racing ganó la Copa Sudamericana 2024, al vencer en la final a Cruzeiro por 3 a 1 y cerrando una gran actuación en el certamen. La Academia no dejó dudas. Les ganó a todos, fue protagonista tanto en Avellaneda como afuera. Fue el que se tomó la competencia en serio. Mientras otros subestimaron esta copa, Racing fue quien se propuso ganarla, ya sea porque su prestigio e historia así lo requerían, como también porque necesitaba obtener un título internacional después de 36 años. 

Formando un gran plantel, incluso para pelear en todos los frentes, se apuntó al gran objetivo. A pesar de haber tenido un rendimiento irregular en la Copa de la Liga, donde no clasificó a los cuartos de final y de quedar eliminado temprano de la Copa Argentina a manos de Talleres de Remedios de Escalada, lo que fue calificado de fracaso estrepitoso, en la Copa Sudamericana consiguió mantener sus rendimientos altos y así ganar partidos muy buenos, hasta con grandes goleadas. 

Gustavo Costas, su entrenador y hombre más que identificado con Racing, habrá querido transmitirles toda esa pasión que él siente - y sobreactúa también - a sus jugadores. Para un hombre tan identificado con el club, que hizo casi toda su etapa de jugador con la camiseta blanquiceleste, que fue el entrenador del equipo cuando el club estuvo a punto de desaparecer, pero que fue salvado por una ley nacional y su gran movimiento de hinchas, este es un más que merecido premio para el ex zaguero central de Racing. El hombre que fue mascota en la década del 60 del siglo pasado, que obtuvo el último título internacional del club en 1988 como jugador y que ahora le devuelve otra copa continental, seguramente tendrá su estatua en el club.

La solidez de Gabriel Arias en el arco, la prestancia de Santiago Sosa, un volante central devenido en zaguero, la presencia de Agustín Almendra ya sea para recuperar como para atacar, la magia de Juan Fernando Quintero, un jugador capaz de cambiar el rumbo de un partido con solo tocar una pelota y la solvencia en ataque ya sea de Roger Martínez, como de Adrián Martínez, acompañados de Maximiliano Salas, habla de un equipo contundente. 

Nadie lo tenía en los planes al comienzo de la temporada. Solo se ubicaba entre los candidatos por nombre e historia, pero nadie se atrevía a decir que la podría ganar. Sus mejores rendimientos le dieron la razón. Ahora tendrá la posibilidad de jugar la Copa Libertadores del año próximo, además de disputar la Recopa Sudamericana con quien gane el máximo certamen continental la próxima semana: Botafogo o Atlético Mineiro. En definitiva, esta copa la ganó el equipo que se la tomó en serio desde el principio.

El Puma