TREMENDO CACHETAZO

 



Atlético Mineiro le asestó un golpe furibundo a River en la primera semifinal de la Copa Libertadores, en Belo Horizonte. Fue un 3 a 0 categórico, contundente e inapelable. Tras un primer tiempo en el que logró controlar bastante a su adversario, el equipo dirigido por Marcelo Gallardo tuvo una caída estrepitosa en el complemento, llevándose así una goleada más que complicada para remontar en la revancha que se disputará en el estadio Monumental.

¿Por qué ganó Atlético Mineiro? Simple, porque jugó mejor. Aprovechó los espacios que dejó su rival entre una defensa muy poblada pero poco activa y un mediocampo en el que Nicolás Fonseca no acertó en su función de quitar y distribuir la pelota, viéndose anticipado y sorprendido varias veces por los volantes del conjunto local. El uruguayo tuvo una muy mala noche, haciendo de su sector una zona de tránsito para generar los ataques brasileños. Quien tuvo un partido para el olvido fue Germán Pezzella. El marcador central de la selección argentina tuvo su primer rendimiento bajo desde que regresó a River hace ya casi tres meses. Poco pudo hacer Franco Armani en los tres goles. En el primero, tras un error de la defensa, Deyverson definió con gran categoría quedando mano a mano con el arquero. El segundo, fue una muy buena jugada colectiva y posterior remate cruzado de Deyverson, otra vez. El último fue un remate de Paulinho que se desvió y descolocó a Armani. Con ese mediocampo, poco se pudo nutrir a Facundo Colidio - quien jugó muy condicionado por la tarjeta amarilla en el primer tiempo - y a Miguel Ángel Borja. Ignacio Fernández mostró entusiasmo y, si bien viene levantando su nivel, aún está lejos de lo que se espera de él. 

¿Puede River dar vuelta la serie? Va a ser muy difícil. Aún quedan 90 minutos y el hincha riverplatense se va a aferrar hasta la más mínima esperanza que le quede. Va a depender mucho de que pueda convertir un gol rápidamente o, por ejemplo, irse al entretiempo con una ventaja de dos goles. Puede pasar, como puede que no lo consiga y el ambiente en el estadio se tense. La cancha va a estar llena, puesto que ya se agotaron todas las entradas y el público jugará su partido aparte. Se verá un partido completamente diferente en el que los de Belo Horizonte dejarán correr los minutos y tratarán de defenderse, aprovechando tal vez alguna jugada de contragolpe como para asestarle el golpe final. El conjunto de Núñez está groggy, pero todavía no cayó. Será un partido en donde quien tenga la cabeza fría y el corazón caliente saldrá victorioso. Por lo pronto, River se vuelve a Buenos Aires con un fuerte cachetazo que puede tirarlo abajo o hacerlo reaccionar.

El Puma

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