PENSANDO EN VOZ ALTA: ESTACIONADOS EN EL TIEMPO Y CON UNA OBSESIÓN ENFERMIZA
Corría el comienzo del siglo XXI y los dos equipos más grandes del fútbol argentino vivían un gran presente peleando campeonatos locales y Copas Libertadores con resultados similares todos los años: River Plate se quedaba con los títulos domésticos, mientras que Boca Juniors alzaba los trofeos continentales. Como consecuencia de ello, dentro del folckore del fútbol y del aparato mediático, se planteó que solamente eran importantes los títulos internacionales. Ese hecho marcó un antes y un después en ambos equipos, haciendo del cántico "la Copa Libertadores es mi obsesión" un lema permanente.
Ambos equipos perdieron su norte: ser protagonista en todos los torneos que se presenten, jerarquizándolos. Así hacen los grandes europeos. ¿Alguno se imagina al Real Madrid resignando la Liga o la Copa del Rey porque 'solo importa la Champions'? ¿O acaso Juventus, Inter, Milan, Bayern Munich, Ajax, Manchester City, Liverpool dejan de lado otras competencias por el máximo certamen continental? Todos van por la mayor cantidad de títulos. ¿Cuántas veces se han visto equipos ganando 'el triplete' o luchando por él? Esa es la esencia de un equipo grande o que se precie de ello.
Además de quedarse con un lema errado, ambos equipos se quedaron estacionados en el tiempo. Del lado de la Ribera, la fecha fue el 26 de junio de 2011, día en que River se fue a la segunda división. Por el lado "millonario" el día es el 9 de diciembre de 2018, cuando obtuvo su última Copa Libertadores venciendo a su máximo rival en la final. Esos recuerdos son dulces para sus hinchas, sin embargo, ellos terminan siendo el árbol que les impide ver el bosque. Tanto River como Boca son más grandes que los ídolos, los entrenadores y los hechos memorables. Es hora de que salgan del estacionamiento, arranquen y terminen con esa obsesión enfermiza que les hace perder prestigio.
El Puma
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