PENSANDO EN VOZ ALTA: LEVANTÓ LA ALFOMBRA

 


En el submundo del fútbol argentino se dicen muchas cosas, algunas serán ciertas y otras no. Ciertos hechos son claramente visibles y muchos pasan desapercibidos. Todo está tapado bajo una gran alfombra que el presidente de Talleres de Córdoba, Andrés Fassi, sacó bruscamente. El titular del conjunto albiazul, luego de sentirse perjudicado por el arbitraje de Andrés Merlos en el partido que su equipo disputó ante Boca en los octavos de final de la Copa Argentina, pateó el tablero y, visiblemente ofuscado, salió a declarar en forma intempestiva.

En una conferencia de prensa muy extendida, Fassi se despachó a gusto y se dirigió principalmente al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio "Chiqui" Tapia. Aprovechó la ocasión para defenestrar al máximo exponente del fútbol argentino y criticar la organización de los torneos, la designación de los árbitros - de quienes dijo que hay 4 o 5 que solo van a "cumplir con lo que se les ordena" - y desafió a Tapia a realizar un congreso de este deporte a nivel nacional en el que participen todos los dirigentes de primera división y el ascenso, periodistas y todos los relacionados al ambiente. 

La primera reacción fue, como es habitual, circense y sensacionalista. Luego aparecieron varios serviles que salieron a defenestrar al presidente de Talleres explicando lo inexplicable, como por ejemplo decir que una pelota que salió (y se vio por todos los ángulos posibles que así fue) en realidad puede dar una sensación de que salió, o decir que anuló un gol cuando en realidad cobró un offside antes de que el delantero definiera. "De eso Fassi no dice nada", declaró más de uno. Vale aclarar, ese fuera de juego estuvo mal cobrado.

Lo único que hizo Fassi - bien o mal - es poner sobre el tapete lo que estaba escondido debajo de la alfombra. Hizo hincapié en que el título del mundo de Argentina y sus dos últimas Copas América, no son mérito del trabajo hecho por Tapia en la liga local. Su dato más importante es que ningún jugador del equipo albiceleste que obtuvo esos logros estaba en la liga local (excepto Franco Armani, que ocupaba un lugar en el banco de suplentes). Está muy claro que, con la selección argentina, hay elemento de sobra para tapar la paupérrima organización de los campeonatos locales con la idea de hacer una liga de 30 equipos. 

Si bien estas declaraciones hicieron ruido, seguramente se hable de esto unos días más y luego todo se disuelva. Mientras los hinchas disfrutan de los títulos albicelestes - que en algún momento se van a acabar inexorablemente -, sufren por los manejos demagógicos y poco profesionales a nivel local. Habrá que ver cuánto tiempo más permite tanto la cúpula dirigencial como los medios serviles mantener esa alfombra destapada.

El Puma

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