REPORTAJES DE BORIS STEPANEK: PEDRO VLAOVIC, CAPÍTULO 8

 

- ¿Cómo son esas historias?

- La primera indica que Mercedes se suicidó. La segunda, que se escapó y siguió su vida en Fronha con nuestro hijo. La tercera es que Isabel Esteban la mató y se hizo pasar por ella unos días hasta que la encontraron. Por temor a la investigación, se escapó y tuvo a nuestro hijo en Fronha. La última es un pálpito: está viva en algún lugar del planeta.

- Podés elegir tu propio desenlace.

- No me jodas, Rusito.

- No te calentés. Contame una por una.

- Ella estaba ida. Estaba convencida de que la iban a condenar. Lloraba mucho, no quería salir porque estaban todos los periodistas haciendo guardia. Un día salió y tardó mucho. Salí a buscarla desesperado y cuando volví, me esperaba en casa. La noté distinta, como si salir le hubiera hecho bien. Ahí pasamos unos días después, volvió a salir. Nunca más volvió. Hasta que la encontraron muerta en un descampado.

- ¿La reconociste?

- Sí. O al menos eso creí. Estaba muy lastimada.

- ¿Qué te hizo pensar que era ella?

- Estaba vestida igual. Era su pelo. Tenía el moretón en el brazo, ese que le hizo Daniel y que nunca se le borró. Te juro que cuando la vi, llegué a pensar que Daniel había resucitado para poder hacerle lo que nunca pudo.

- ¿Qué te hace pensar que no era ella?

- Que muchos años después, cuando me estaba por quedar viudo...

- ¿Con quién...?

- Vamos por partes, Rusito. Lenka, mi mujer, estaba en coma inducido. De pronto, una misteriosa mujer me pide que viaje a Fronha para un negocio. Cenamos y tuve un revival. En ese momento no me di cuenta. A la noche, en el hotel no podía dormir. Hasta que me di cuenta de que esa mujer era Mercedes.

Continuará...

Boris Stepanek