JUGADORES QUE SE PUSIERON CAMISETAS OPUESTAS: RAMIRO CASTILLO.
La generación boliviana de la década de 1990 es una de las más recordadas en Sudamérica. Grandes jugadores coincidieron temporariamente para vestir la camiseta verde y conseguir varios logros, entre ellos clasificar al Mundial de Estados Unidos, en 1994, relegando a Uruguay y jugando el encuentro inaugural de esa edición de la Copa del Mundo ante Alemania. Fue una caída digna por la mínima diferencia, en el que jugó de igual a igual con el defensor del título.
Entre tantos futbolistas talentosos y de mucha jerarquía en ese plantel, se encontraba Ramiro Castillo, más conocido como "Chocolatín" por su color de piel. Este mediocampista podía jugar tanto por derecha como por izquierda o también se podía posicionar como volante interno. Nacido el 27 de marzo de 1966 en Coripata, en la provincia de Nor Yungas, del departamento de La Paz, surgió futbolísticamente de uno de los dos clubes más emblemáticos de Bolivia: The Strongest. Debutó en el primer equipo en 1985 y tras dos años, se mudó a la Argentina para ponerse la camiseta de Instituto de Córdoba.
En la ciudad mediterránea solo estuvo un año, tras una buena actuación llamó la atención de Argentinos Juniors, equipo que venía acostumbrado a pelear títulos en ese entonces. Se mudó a La Paternal en 1989 y jugó al lado de grandes jugadores como Fernando Redondo y Silvio Rudman, formando un mediocampo temible para cualquier rival que se le pusiera enfrente.
Su rendimiento iba creciendo y tan es así que River Plate posó sus ojos en él en 1990. Cuando comenzó ese campeonato, tuvo varios minutos en el primer equipo, puesto que Daniel Passarella, entrenador del equipo de Núñez por ese entonces, guardaba los titulares para disputar la Copa Libertadores de América, en donde llegó hasta las semifinales. Luego, en el segundo semestre, Castillo también comenzó a tener minutos, pero con el correr de los partidos y la mala campaña realizada por River en ese momento, su estrella se fue apagando y al terminar la temporada, se mudó al Gigante de Arroyito para recalar en las filas de Rosario Central.
Si bien tuvo más continuidad, su rendimiento no era el mismo, puesto que tampoco lograba consolidarse como titular, aunque seguía mostrando chispazos de su calidad y seguía siendo titular en la selección boliviana. Tras un año de estar en Rosario, decidió que era el momento de pegar la vuelta y regresar a su primer amor: The Strongest. Allí se reencontró con su gente y el cariño que le brindó la afición de los aurinegros.
Sin embargo, regresó al año al fútbol argentino para recalar en la vereda de enfrente de la Paternal: se puso la camiseta de Platense. En el "calamar" jugó un año y medio teniendo un buen nivel y estando en Vicente López, fue que representó a su selección en el Mundial de 1994. Al finalizar ese año, terminó su incursión en el fútbol argentino, cruzó la cordillera y se fue a Chile, para jugar en el Everton de Viña del Mar.
Allí en el fútbol trasandino estuvo todo el año 1995 y finalmente decidió regresar a su país y a The Strongest. Jugó en su club de origen durante todo 1996 y al año siguiente, tal como lo hiciera en Argentina, cruzó de vereda para jugar nada más y nada menos que en.... ¡Bolívar! Ese año, "Chocolatín" se pondría la camiseta celeste de su eterno rival, sorprendiendo a propios y a extraños.
En la selección del Altiplano disputó 52 partidos y marcó 5 goles, participando en la Copa del Mundo de 1994 y en la Copa América de 1989, 1991, 1993 y 1997, donde consiguió ser subcampeón en su país. Allí venía teniendo una gran actuación, erigiéndose como una figura fundamental del equipo. Horas antes de la final que Bolivia debía disputar ante Brasil, en La Paz, el mediocampista recibió la noticia de la internación de su hijo menor por hepatitis. Se bajó de la final y la condición del chico empeoró hasta fallecer días después, el 30 de junio de 1997. "Chocolatín" jamás se recuperó de ese golpe tan duro. Tiempo después, tras jugar su último partido en la selección ante Ecuador por las eliminatorias del Mundial de Francia 1998, el 12 de octubre de 1997, apareció ahorcado con una corbata la mañana del sábado 18 de octubre, en La Paz.
Al día siguiente debía jugarse el clásico entre Bolívar y The Strongest, pero el mismo se suspendió y se declararon 30 días de duelo. La desaparición física de Castillo fue un golpe muy duro para el fútbol boliviano. Si bien varios compañeros trataban de reanimarlo, la muerte de su hijo menor fue el comienzo del fin.
"Chocolatín" fue ídolo en The Strongest y estaba camino a serlo en Bolívar. Fue recordado tanto por sus apariciones rápidas y sus asociaciones con Marco Antonio Etcheverry en la selección como por su trágico y triste final.
El Puma
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