¿SABRÁ EL REY QUE ESTÁ DESNUDO?

 

Imagen: El Heraldo

Había una vez un rey muy preocupado por su aspecto y vestimenta. Ante esta situación, escuchó a dos supuestos especialistas en moda, quienes le prometieron una ropa con la tela tan suave que no podría ser visible ante el ojo humano. Los dos estafadores hacían de cuenta que preparaban el vestido y le hacían creer, tanto al rey como a sus súbditos, que el la prenda era fabulosa. Llegó el día del desfile y el monarca se paseó por la ciudad, delante de su pueblo, con ese vestido fabuloso que todos los presentes ponderaban. Hasta que un niño dijo lo que todos sabían pero preferían callar: "Pero si está desnudo". Cualquier semejanza con el presente de la selección italiana... no es pura coincidencia.

La noticia es que Suiza eliminó a Italia, ganándole por 2 a 0, superándola desde el primer minuto hasta el último, floreándose y trapeando el piso con su rival. Por un lado, subestimar al conjunto helvético es no entender lo que pasa, aunque pensar que fue solo eso el motivo de la eliminación azzurra lo es aún menos. La debacle de la selección italiana comenzó hace tiempo. Al igual que al rey, los itálicos supusieron que luego de obtener su cuarta estrella mundial, podrían alcanzar a Brasil y ser los reyes absolutos del fútbol mundial. Nada de eso sucedió. Hubo algunos chispazos en alguna Eurocopa, como la de 2012 donde alcanzó la final. Y hubo actuaciones muy opacas, como en los mundiales de 2010 y 2014, donde quedó eliminado en la fase de grupos A fines de 2017, se pensó que había tocado fondo al caer frente a Suecia en el repechaje para el Mundial de Rusia 2018, especialmente porque fue campeón de Europa en 2021, y de muy buena forma, mostrando solidez y firmeza. Pero solo fue un espejismo. Cuando tuvo que clasificar para Qatar 2022, volvió a quedar afuera en un repechaje, esta vez ante la muy modesta Macedonia. 

Para esta Eurocopa, mostró una versión completamente desdibujada tras un buen comienzo. El segundo partido ante España debió haber encendido las alarmas y producir un shock. No sucedió. Jugó el tercer partido frente a Croacia, penando y haciendo de su arquero Gianluigi Donnarumma la figura. Fue gracias al guardameta de Paris Saint Germain que Italia no estaba perdiendo ante el conjunto balcánico por una diferencia más abultada. Ni el más optimista tifoso italiano se imaginó que a segundos del final, iban a empatar con un golazo de Mattia Zaccagni. Terminó siendo una injusticia para Croacia, que fue netamente superior y que, seguramente, le hubiera hecho un partido muchísimo más digno a Suiza en los octavos de final. No se mostró un patrón de juego definido, no había fuoriclasse como en otras ocasiones. Los Antonio Cabrini, Gaetano Scirea, Paolo Maldini, Fabio Cannavaro, Gennaro Gattuso, Bruno Conti, Giancarlo Antognoni, Roberto Baggio, Alessandro Del Piero, Francesco Totti, Cristian Vieri, Filippo Inzaghi y tantos otros grandes nombres escribieron las gloriosas páginas del fútbol italiano. Hoy no hay uno solo que pueda acercarse a todos esos cracks. 

Si bien el fútbol tiene una cuota de azar que ningún analista es capaz de explicar y recurre a usar palabras como "mística" o "épica" para no quedarse sin palabras, no se puede tener suerte siempre. Y así como los modistos engañaron al rey, el avance de la selección italiana engañó a todos. Parafraseando un viejo adagio: "Se puede engañar a muchos por mucho tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo". En el estadio Olímpico de Berlín, lugar donde Italia se coronó campeón mundial por cuarta y última vez, apareció el niño para afirmar que el rey estaba desnudo. La pregunta, ahora, es la siguiente: ¿Sabrá el rey que está desnudo?

El Puma