JUGADORES QUE SE PUSIERON CAMISETAS OPUESTAS: OSCAR ROMÁN ACOSTA, CAMPEÓN CON FERRO Y PROTAGONISTA EN VÉLEZ


 

Imagen: El Fútbol de Todos los Tiempos


    A principios de la década del 80 del siglo XX, comenzó la era de la dominación de equipos denominados "chicos" en el fútbol argentino. Uno de los pioneros fue Ferrocarril Oeste, dirigido por el recordado Carlos Timoteo Griguol, quien no solamente manejaba planteles de primera división, sino que también era padre y maestro de esos jugadores. Muchos se destacaban en el equipo verdolaga como es el caso de Alberto Márcico, el paraguayo Adolfino Cañete, Hugo Noremberg, entre tantos otros. En el mediocampo, Márcico era quien manejaba los hilos, aunque cada tanto lo hacía Oscar Román Acosta en su lugar y, a veces, lo hacían juntos.

    Este último mediocampista creativo, nació en Rosario el 18 de octubre de 1964, pero se mudó desde pequeño a Caballito, donde fue reclutado por Ferro y vivió en la pensión del club. De la mano de Griguol, Acosta formó parte del plantel campeón en 1982 y 1984 y llamó la atención de todos marcando un golazo en el estadio Monumental ante River, después de dejar en el camino a 5 rivales, en el Torneo Nacional de 1983. En 1986 peleaba por un lugar en la selección junto a Claudio Borghi, figura de Argentinos Juniors. Una rotura del peroné ocho meses antes de la cita mundialista le allanó el camino al "Bichi". Lejos de desanimarse, siguió peleando por un lugar en el equipo albiceleste y Carlos Salvador Bilardo, el entrenador argentino en ese entonces decidió darle rodaje. Lo puso en un amistoso contra Roma y lo llevó a la Copa América que se disputó en Argentina en 1987, aunque en este último certamen, no lo puso en cancha ni un minuto. Fue la única oportunidad que tuvo en el seleccionado de su país. 



Imagen: Pinterest

    Tras haber estado en la mira de varios conjuntos franceses e italianos, finalmente el Servette suizo fue quien se lo llevó para reemplazar al recientemente retirado Karl-Heinz Rummenigge. En Ginebra estuvo un año para salvar al equipo del descenso. Tenía cuatro años de contrato, pero extrañaba mucho a la Argentina por lo que decidió volver. Y lo hizo jugando para... Vélez Sarsfield.


 Imagen: Instagram. Oscar Román Acosta es el segundo desde la izquierda en la fila de quienes están parados.


    El rosarino identificado históricamente con Ferro, cruzó de vereda apenas regresó al país. Su actuación fue muy buena en un equipo que se estaba empezando a gestar como uno de los mejores en la década del 90. Compartió equipo con Ubaldo Fillol, Julio César Falcioni, Oscar Ruggeri, Ricardo Gareca, Alejandro Mancuso y Esteban González (con quién también fue compañero en Ferro). Si bien el conjunto de Liniers fue protagonista, no logró coronarse campeón como sí lo haría dos años más tarde. Nuevamente emigró tras esa temporada para jugar en ANA Yokohama de Japón. En el país del Sol Naciente solo estaría unos meses para luego recalar en River. En Núñez fue reclutado para reemplazar a Juan José Borrelli que acababa de ser vendido a Europa y, si bien su arranque fue alentador, no logró quedarse mucho tiempo. 

    En su cruce de vereda comenzó su vida de trotamundos. Tras dejar la camiseta de la Banda Roja, se marchó a San Martín de Tucumán, a Banfield, a Gimnasia, para cruzar la cordillera de los Andes y ponerse la camiseta de Universidad de Chile. Luego siguió en Argentinos Juniors, Coquimbo Unido (también de Chile), Barcelona de Guayaquil, Banfield y finalmente regresar al primer amor: Ferro. En su último año no logró salvar del descenso al club al que siempre amó, a pesar de su "desliz" al cruzar de vereda. En la actualidad, vive en Ginebra, la misma ciudad a la que no se pudo adaptar antes de pasar a Vélez. A pesar de todo, Acosta está identificado con la institución de Caballito y siempre será reconocido por lo que hizo allí.

El Puma

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