ESTO DEBE TENER UN FINAL, CAPÍTULO 4


 

         Úrsula, yacía en el piso, al tiempo que iban desapareciendo las arrugas y el ceño fruncido que la caracterizaba. Su rostro tomaba cierta frescura, como si rejuveneciera. De pronto, creyó reconocer a la bruja como alguien que conoció en el pasado. La mujer abrió los ojos y lo primero que vio fue a Pedro arrodillado y preguntándole si estaba bien. “Me hacés acordar a alguien – esbozó él – pero no sé a quién.

-         ¿A Guadalupe Urzáiz, tal vez?

-         Sí… justamente a ella… pero…

-         No es que lo supe de bruja, soy Guadalupe Urzáiz. O, mejor dicho, lo era. Hace mucho tiempo.

-         ¿Qué pasó para que te hayas convertido en Úrsula Guaddi?

-         Fue la nueva identidad que adopté cuando tu hermano me rechazó.

-         ¿Daniel te rechazó? ¿A vos?

-         Sí, ¿podés creerlo? Yo estaba acostumbrada a que todos hacían lo que yo quería. Daniel fue la única persona que no lo hizo. Y por eso lo maldije.

-         ¿Vos tiraste la maldición?

-         Sobre Daniel, sí. Pero la caja no la puse yo.

-         ¿Y cómo supiste lo de la caja?

-         Soy bruja.

-         ¿Cómo te convertiste en bruja?

-         Intenté de todas las formas posibles de que tu hermano me diera bolilla. Entonces, me fui unos meses a Brasil a aprender todo tipo de magia negra y demás cuestiones. Con solo una foto de la clase, le eché la maldición a tu hermano.

-         ¿Y por qué eso rebotó en otros?

-         Porque la magia no siempre se puede controlar. Si no se logra la cantidad justa o si se usa mal, puede llegar a más personas. Muchos de los que tenían contacto con él, sufrieron innecesariamente.

-         ¿Cómo explicás lo de la caja?

-         Esa caja la puso Isabel Esteban”

Pedro quedó atónito cuando escuchó ese nombre. No lo había sentido nombrar en años y de pronto tenía a esa mujer presente. “¿Isabel también quería que Daniel le diera bola?, retomó él.

-         No. Isabel te quería a vos. Pero vos quisiste a Lenka, primero, y a Mercedes después. Con Lenka no se la agarró porque había vuelto a su país y ella sabía que estaban lejos uno de otro. El tema era con Mercedes. La odiaba. Isabel fue quien le dijo a Daniel que Mercedes la engañaba con cuanto hombre se le cruzara. Isabel fue quien hizo la llamada anónima en el juzgado denunciando una amenaza de bomba para que no se leyera el veredicto.

-         ¿Acaso vos sabés cuál era el veredicto?

-         ¿Importa realmente ahora?

-         A mí, sí.

-         No lo sé. La situación no era muy favorable para Mercedes. Pero con nuestra justicia nunca se sabe.

-         ¿Y a vos qué te parece?

-         Yo sé que ella era inocente, la justicia no sé si lo sabía. Si Mercedes hubiera imaginado lo que le esperaba, creo que hubiera preferido ir presa.

Continuará...

El Puma

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