CONCIENCIA EN PAZ, CAPÍTULO 5


 

-         ¿Qué pasó para que cambies de opinión?

-         Ya voy a llegar ahí. La encontramos completamente desfigurada e irreconocible, llevaba la misma ropa que tenía la última vez que la vi.

-         Demasiados golpes en muy poco tiempo.

-         Y aún hay más.

-         Difícil imaginarlo.

-         Pasaron unos años para reponerme de lo de Mercedes. Ya teníamos todo listo. A los tres años conocí a Andrea y nos casamos después de varios meses noviando.

-         Cuando dijiste Andrea, pensé que era Tellucci. Pero solo fue un lapsus.

-         No, no me hubiera llevado bien con ella. Tenía muy mal carácter.

-         Sí, la verdad, no los veo juntos.

-         Al poco tiempo de casarnos, me sale un trabajo en España. Ella tenía un muy buen puesto en la radio donde trabajaba. Entonces decidimos que iba a ir yo solo al principio y después veíamos cómo nos acomodábamos. Por ahí yo estaba poco tiempo afuera y sino, íbamos a ver de conseguir algo para ella allá. La realidad era que ella nunca se quiso ir. Siempre tenía peros. Y también tenía éxito. Le empezaron a dar más trabajo, le mejoraron el sueldo. Y encontró un abogado con el que me reemplazó, antes de desplumarme en el juicio de divorcio. Por suerte, no tuvimos hijos.

-         ¿Qué supiste de ella?

-         Lo único que supe, es que ella quedó embarazada enseguida. Me llamaron para que le iniciara un juicio por adulterio. Pero ya no quería saber nada. Fue bastante desagradable recibir la novedad de que el matrimonio no iba más. Sin embargo, a partir de ahí empezaron a venir buenas. Apareció Lenka.

-         ¿En serio?

-         Sí, fue como si Dios me la hubiese mandado en ese momento. Y también fue como si los 20 años en que no nos vimos hubieran sido apenas unos días. Solucionamos algunos asuntos pendientes de ella y nos casamos en Madrid. Ella le ganó un juicio millonario a un hospital en Praga por haber falsificado un diagnóstico y haber prestado lugar para un falso médico. Con esa plata, más lo poco que tenía ahorrado, nos volvimos a Buenos Aires. Alquilé el departamento de mi vieja que se había muerto hacía poco tiempo y compramos algo en el centro. Después empecé a mutar de periodista a dirigente deportivo. Las cosas empezaron a andar mejor y compramos un terreno en un barrio cerrado.

-         Tengo la sensación de que van a empezar las malas noticias.

-         Como siempre, está en lo cierto. Lenka enfermó de golpe. La construcción demoró y… ella nunca vio la casa terminada.

-         Lamento oír eso. ¿Tuvieron hijos juntos?

-         Tuvimos dos: Pedro y Marinka.

-         ¿Cuántos años tienen?

-         Pedro tiene 15 años y Marinka 12.

-         ¿Cuánto hace que se quedaron sin madre?

-         Hace ya un año y medio. A su vez, Lenka tiene un hijo. Ivan, que ya tiene casi 30. Me acompañó mucho cuando enviudé. Hace unos meses que se fue. Está viviendo en Paris.

Continuará...

El Puma

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