EL REY AL QUE LE PRESTARON LA CORONA POR DOS AÑOS... Y LA LUCIÓ

 


Imagen: Basquet Plus

    La temporada 1992-1993 de la N.B.A llegaba a su final y, como sucediera en las dos anteriores, un equipo y, en especial, un jugador se llevaba todas las miradas: Michael Jordan lideraba a Chicago Bulls al tercer título consecutivo en la liga de basquet más importante y competitiva del mundo. Este jugador parecía no tener rivales, a pesar de que competía contra estrellas de enorme fuste. Sin embargo, para sorpresa de propios y extraños, la megaestrella anunciaba su retiro del basquet para dedicarse al beisbol. 

    Todos sus rivales directos se regodeaban con eso. Debían esforzarse aún más para conseguir ese logro. Candidatos sobraban. ¿Sería Scottie Pippen, el ladero de Jordan en Chicago Bulls? ¿Sería Patrick Ewing, líder de New York Knicks? Tal vez podría haber sido Charles Barkley, recientemente derrotado en la final con Phoenix Suns. La dupla de Utah Jazz compuesta por John Stockton y Karl Malone podría haber sido. Reggie Miller, líder de Indiana Pacers se anotaba como candidato también. David Robinson no se quedaba atrás capitaneando a San Antonio Spurs. Gary Payton o Shawn Kemp de Seattle Supersonics también pedían pista. Los candidatos eran muchos. Sin embargo, quien conseguió ese logro fue Hakeem Olajuwon, pivot de Houston Rockets. 

    A pesar de medir 2.13 m., era tremendamente ágil y sus números eran muy altos, tanto en la faz defensiva como en la ofensiva. Promediando 25 puntos por temporada, aproximadamente, también contaba con muchas asistencias y rebotes, estando siempre entre los primeros lugares en los rubros. Eso también contribuía a realizar muchos triples dobles (más de 10 puntos, asistencias y rebotes por partido). Es considerado como uno de los mejores pivots de la historia.

    La temporada 1993-1994 se mostró interesante desde el primer momento hasta el último. Chicago Bulls seguía siendo protagonista y Scottie Pippen había tomado la batuta. Terminó tercero en la conferencia este y se posicionó como candidato a defender el título. New York Knicks tenía la posibilidad de destronarlo para pelear por ese título que se le negaba (y aún hoy sucede) desde que comenzó la N.B.A. Atlanta Hawks, comandado por Dominique Wilkins, terminaría ganando la conferencia este, aunque para sorpresa de todos los fanáticos, la directiva decidió traspasarlo a Los Angeles Clippers a cambio de Danny Manning. Tras el mal resultado obtenido en los playoffs, los dirigentes de la franquicia fueron muy criticados, no solamente por haber transferido a su estrella, sino por privarlo de pelear por el anhelado anillo de la N.B.A.

    Houston Rockets había salido segundo en la conferencia oeste, detrás de Seattle Supersonics. Sin embargo, este último equipo cayó en la primera fase de playoffs ante Denver Nuggets. Mientras todos los focos estaban puestos en la conferencia este y en la eliminación de Seattle, los tejanos comandados por Olajuwon iban de menor a mayor eliminando a candidatos históricos como Portland Trail Blazers y a otros animadores habituales como Phoenix Suns y Utah Jazz. En la final, enfrentaban a los entonados New York Knicks, que venían de dejar en el camino al campeón reinante y a Indiana Pacers en dos series muy reñidas. En el encuentro decisivo, los neoyorquinos parecían ser los que se iban a llevar el título, sin embargo, apareció Olajuwon en su mejor versión y, tras estar 3-2 abajo en la serie, Houston Rockets levantó su primer título de la N.B.A. 

    Olajuwon, nacido en Lagos, Nigeria, el 21 de enero de 1963, llegó a Estados Unidos en 1980 para jugar por la Universidad de Houston. Allí compartió plantel con Clyde Drexler y llegó a ser subcampeón de la liga universitaria por dos años seguidos. La primera la perdió ante North Carolina, donde jugaba un tal... Michael Jordan. Llegó a Houston Rockets en 1984 siendo el número uno en el draft de la N.B.A, por encima del mismo Jordan, Charles Barkley y John Stockton.

    Tras su primer título, muchos dudaban que los Rockets pudieran repetir. Más después de una temporada regular muy inconstante. Clasificó quinto y había equipos que llegaban mucho mejor a los playoffs. Sin embargo, su entrenador Rudy Tomjanovich dijo ante quienes lo quisieran oír: "Nunca subestimen al corazón de un campeón". Debió lidiar contra Utah Jazz en la primera fase y lo logró vencer en Salt Lake City en el partido decisivo. Luego tuvo una remontada épica ante Phoenix Suns. Tras ir perdiendo 3-1 y tener que definir como visitante en el quinto y séptimo encuentro, finalmente pasaron a la final de la conferencia oeste. Allí vencieron a San Antonio Spurs, para luego barrer a Orlando Magic por 4 a 0. 


Imagen: Facebook

    Olajuwon volvió a lucirse y consiguió el título con su socio en la universidad: Clyde Drexler, recientemente llegado desde Portland Trail Blazers. En él pudo delegar un poco de responsabilidad y Drexler no decepcionó. El nigeriano volvió a ser el mejor jugador de la final, anulando a Shaquille O´Neal, futura gran figura de la liga, Tan bueno fue el paso de Olajuwon por la N.B.A que terminó nacionalizándose americano para representar a su nuevo país en los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996, y ganar una medalla dorada olímpica. Jugó casi toda su carrera en Houston Rockets, hasta que en 2001 fue traspasado a Toronto Raptors donde terminó su carrera en esa misma temporada.

 


Imagen: Facebook

    La siguiente temporada, 1995-1996, la N.B.A volvió a la normalidad. Michael Jordan regresó a Chicago Bulls y recuperó su corona inmediatamente. Lo hizo por los siguientes tres años hasta que volvió a retirarse. Sin embargo, durante dos años, podría decirse que el rey prestó su corona durante dos años. Esa corona quedó en muy buenas manos.

El Puma

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