DANIELA, CAPÍTULO 2


 

“Es largo – introdujo ella, y continuó cuando él le hizo entender que tenía todo el día –. Yo viví y me crié con mi mamá y mis abuelos, lejos de todos, allá en Mar del Plata. Cuando mi abuelo se enteró de que mamá estaba embarazada, se la llevó para Mar del Plata, alejándola de Daniel.

-         ¿Daniel nunca supo que ustedes estaban allá?

-         Mi abuelo le tenía prohibido a mi mamá decírselo.

-         Me acuerdo de tu abuelo. Un hombre muy honrado, aunque también severo.

-         Es cierto. Él se ocupó de mi educación y de mantenerme alejada de Daniel.

-         ¿Y tu mamá lo buscó?

-         Sólo le escribió unas cartas, sin remitente y se las mandaba por algún conocido que viajaba a Buenos Aires, para que no apareciera por el correo de dónde venía. Ahí le mandó una foto de ella conmigo”.

Pedro agachó la cabeza e hizo un gesto indicando a la chica que lo esperara un minuto. De la biblioteca, buscó y sacó la foto partida en dos que había traído de la casa de Daniel. “¿Esta foto?”, le preguntó. Daniela abrió grandes los ojos, emulando a su madre a quien Pedro recordaba muy bien. Había visto ese gesto de Natacha mucho tiempo atrás. Después de relatarle eso último a Daniela, continuó preguntando. “Vos te enteraste de que Daniel falleció, ¿no? – retomó –

-         Sí, supe. Mucho tiempo después. Busqué recortes, me metí en hemerotecas buscando las noticias.

-         ¿Qué te contó tu madre de Daniel?

-         Muy poco. Me habló más de usted.

-         ¿De mí?

-         Sí. Mi madre fue novia de Daniel, pero le temía.

-         Aunque razones no le faltaban, creo que Daniel podía ser violento con cualquier ser en el mundo, menos con ella.

-         Sin embargo, ella me dijo que él se ponía violento.

-         ¿Pero le pegó?

-         No, dice que no. Pero sí la insultó alguna vez.

-         Se ve que, gracias a Dios y a la acción de tu abuelo, no pudo llegar a eso.

-         ¿Tu mamá sabe que estás acá?

-         Sabe que lo vine a buscar. Ella… está internada.

-         ¿Qué es lo que tiene?

-         Ya no hay vuelta atrás. Es cuestión de días. Horas, tal vez”.

Continuará...

El Puma

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