LA SERIE SIGUE ABIERTA


 

Imagen: El Comercio, Perú


    La primera parte de la serie de cuartos de final de la Copa Libertadores de América entre Boca y Racing fue una igualdad sin tantos, manteniendo la serie abierta. El conjunto "xeneize" fue superior a la "academia", presionando arriba en los primeros minutos, ahogando a su rival y no dejándolo hacer nada, ni mucho menos pensar. Sin embargo, tanto el arquero Gabriel Arias, como los yerros del ataque auriazul fueron los motivos para que el partido terminara igualado. 

    ¿Jugó bien Boca? Por momentos, sí. En los primeros 20 minutos, fue un monólogo "xeneize", atorando la salida de Racing y arrinconándolo contra su arco. ¿Qué le faltó? Un poco de suerte y, quizás, algún delantero más. Jorge Almirón solo puso como atacante neto a Edinson Cavani y lo acompañó Valentín Barco quien, a pesar de demostró ser polifuncional, es originalmente un marcador lateral izquierdo, relegando a Miguel Ángel Merentiel al banco de suplentes. Así y todo, Boca fue muy ambicioso y agresivo, además de haber hecho méritos más que suficientes para ponerse en ventaja por uno o dos goles antes del final del primer tiempo. El paso del tiempo, la falta de definición y la comodidad que fue adquiriendo Racing, jugaron en contra. En el complemento, si bien siguió siendo superior, el nivel decayó. Comentario aparte merece el codazo de Marcos Rojo que, según el árbitro Wilton Sampaio, solo mereció tarjeta amarilla. El zaguero de Boca tiene una impunidad arbitral muy grosera y, de haber habido justicia, hubiese dejado a su equipo con 10 jugadores a tan solo 20 minutos del primer tiempo.

    Por su parte, Racing prácticamente no atacó. En parte porque Boca no lo dejó y en parte porque no supo cómo hacerlo. El equipo de Avellaneda se está rearmando desde principio de año y deposita muchas esperanzas en sus tres refuerzos estrella: Agustín Almendra, Juan Fernando Quintero y Roger Martínez. El primero, está sin ritmo de juego, el segundo no está para 90 minutos y el tercero arrancó bien, pero se lesionó en el choque ante Nacional de Medellín en Avellaneda y, en caso de llegar a la revancha, no estará al cien por ciento. Si bien el entrenador de la "academia", Fernando Gago, sostuvo lo contrario en la conferencia de prensa post partido, los albicelestes no salieron a buscar el partido, siendo lo más elocuente para demostrar esto que el primer remate al arco ejecutado por los de Avellaneda, fue a los 75 minutos. Y el segundo, y último, a los 82. Por más que Gago se fastidie con la observación que se le hizo, la realidad es que no atacó ni buscó ser protagonista. Seguramente deberá arreglar eso puertas adentro. 

    ¿Qué esperar de la revancha? El cambio de escenario puede lograr una modificación en el trámite del juego. El "Cilindro" seguramente estará colmado y la parcialidad racinguista alentará a su equipo como suele hacerlo, tirando sobre Boca una presión fuerte. Eso en lo extrafutbolístico. En lo estrictamente futbolístico, no va a influir. El favorito sigue siendo el equipo "xeneize", por jerarquía individual y contar con más recursos. Sin duda que la posible ausencia de Valentín Barco se va a sentir. Roger Martínez seguramente será esperado hasta último momento. Si bien el rendimiento de Boca ha mermado mucho, en lo que va del año, cada vez que jugó como visitante, no deja de tener las chances intactas de clasificar a las semifinales. Racing obtuvo un muy buen resultado en la Bombonera, pero no es definitivo en absoluto. Deberá plantear otro partido e intentar ser más agresivo. Eso puede dejarle espacios a Boca para poder romper la última línea racinguista. La serie está abierta, quedan 90 minutos y la verdad estará en el verde césped.

El Puma

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