JUGADORES QUE SE PUSIERON CAMISETAS OPUESTAS: MAURIZIO GANZ
Maurizio Ganz, cuando jugaba sus primeros partidos en Sampdoria y comenzaba a escribir su historia en el fútbol italiano, nunca se hubiera imaginado lo que estaba por venir. Delantero central, goleador típico de esa época, rápido y liviano, jugaba en un equipo que tenía en el ataque a Roberto Mancini y Gianluca Vialli, por lo que no tenía muchos minutos en el equipo genovés para demostrar su valía. De hecho, en tres temporadas, en las que era opción de cambio, no convirtió goles. Fue transferido a Monza, en la serie B, donde comenzó a demostrar sus cualidades. Marcó 9 tantos en 33 partidos en esa temporada para marcharse luego a Parma. Allí, consiguió el ascenso a serie A, marcando 5 goles. Sin embargo, al año siguiente, con el desembarco de la poderosa empresa láctea Parmalat, el equipo compró refuerzos de renombre como el sueco Tomas Brolin y comenzó a traer estrellas, Ganz no tenía lugar.
Por lo tanto, siguió militando en la segunda división italiana, esta vez en Brescia. En el conjunto lombardo fue donde comenzó a destacarse como goleador. En la pirmera temporada convirtió 10 goles en 34 partidos. No consiguió el ascenso a la serie A, pero se quedó en el equipo para conseguirlo al año siguiente. Y lo logró. Brescia ascendió a la máxima categoría y él fue el máximo goleador con 19 tantos en 36 encuentros. Sin embargo, una vez conseguido la promoción, Ganz cruzó de vereda y se fue al Atalanta. El conjunto rival (una pica entre distintas ciudades, en este caso Brescia vs. Bergamo) se lo llevó y allí su progreso fue notable. Siguió con la racha goleadora y comenzó a ser visto por equipos más grandes de Italia. 37 goles en 76 partidos durante 3 temporadas hicieron que Inter posara sus ojos en él y se lo llevara. En 1995, el equipo de Milán cambiaba de dueño e hizo una limpieza de su plantel, trayendo nuevos jugadores con el objetivo de volver a ser campeón. Ganz arrancó en el equipo "nerazzurro" con el mismo ímpetu arrastrado tanto en Brescia como Atalanta. Se fue ganando el cariño de los "tifosi" a fuerza de goles y entrega.
Sin embargo, el atacante empezó a sufrir lo mismo que en su época de Sampdoria. Inter siguió comprando delanteros. El chileno Iván Zamorano, Marco Branca y finalmente el brasileño Ronaldo fueron algunas de las rutilantes incorporaciones, por lo que Ganz empezó a tener menos minutos y a quedar relegados. En la mitad de la tercera temporada en Inter, recibió una oferta de Lecce y otra de... Milan. Sin pensarlo demasiado, volvió a cruzar de vereda y, al poco tiempo, enfrentó a su ex equipo por la Coppa Italia en una recordada goleada del equipo "rossonero" por 5 a 0, en donde él mismo señaló un gol y lo gritó con alma y vida, hecho que los tifosi interistas jamás le perdonaron. Si bien Ganz buscó seguir en un conjunto grande, siguió teniendo el mismo problema: muchos delanteros para pocos lugares: Andrij Shevchenko, George Weah, Dejan Savicevic, Oliver Bierhoff, Leonardo, Zvonimir Boban eran los nombres con los que peleaba un lugar, por lo que su panorama no cambió en absoluto y siguió bajando la cantidad de miutos en cancha. Fue cedido a Venezia, primero y luego regresó a Bergamo para jugar en Atalanta. Desde allí en adelante, fue deambular por distintos equipos hasta su retiro: Fiorentina, Ancona, Modena, Lugano (Suiza) y Pro Vercelli.
Ganz jamás fue convocado a la selección italiana por la misma razón por la que se tuvo que ir de Sampdoria, Inter y Milan, sobraban atacantes de primer nivel. En otra oportunidad, como podría ser incluso en la actualidad, seguramente hubiera tenido la posibilidad de ponerse la maglia azzurra. En la actualidad, el ex delantero se encuentra dirigiendo al equipo femenino de Milan.
El Puma
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