GOLEADORES DE LOS MUNDIALES: 1982, PAOLO ROSSI, EL CAPOCANNONIERE MENOS PENSADO
El campeonato del Mundo de 1982, disputado en España, fue el primero en el que aumentó la cantidad de equipos: de 16, pasó a 24. Varios acontecimientos fueron destacados durante el certamen. En primer lugar, Argentina defendía el título y sorprendió a todos cayendo en su debut ante Bélgica, por 1 a 0. Luego, apareció una versión espectacular de la selección de Brasil, bastante parecida a la última que había sido campeona, 12 años atrás. Francia mostró mucha calidad y buen juego. Inglaterra tuvo un gran comienzo y Polonia ratificaba su gran momento, además de contar con una enorme generación de futbolistas.
Quien empezó con más dudas que certezas, fue Italia. En la primera fase, la "Nazionale Azzurra" mostró un rendimiento muy por debajo de lo esperado. Su entrenador, Enzo Bearzot, era cuestionado por todos en la península, inclusive por su primer ministro Sandro Pertini. Entre tantas otras críticas, además del funcionamiento y de bajos rendimientos, a Bearzot se le reprochaba la inclusión de un delantero que venía de más de un año de inactividad, habiendo sido suspendido en Italia, por estar involucrado en apuestas. Y para colmo de males, el entrenador confirmó a este centrodelantero como titular. En la primera fase, cuando Italia pasó sin ganar un partido (3 empates ante Polonia, Perú y Camerún) y por una diferencia de goles a favor. Allí, el jugador en cuestión no solamente no rindió, sino que no marcó un solo tanto.
Sin embargo, hay un viejo adagio para equipos como Italia en la historia de los Mundiales: puede no jugar bien y hasta quedar afuera en las instancias iniciales, ahora, una vez que pasa esas instancias y va avanzando, se va consolidando y resulta un rival desagradable para quien lo enfrente. Y en España, eso se cumplió al pie de la letra. El conjunto "azzurro" tuvo que verse en segunda fase en lo que fue el "grupo de la muerte", enfrentando a Brasil y Argentina. Ante los albicelestes, Italia obtuvo el primer triunfo del campeonato y Rossi levantó su nivel. Fue triunfo por 2 a 1, con tantos de Marco Tardelli y Antonio Cabrini, descontando Daniel Passarella para los campeones defensores.
Luego llegaba el gran desafío: vencer al espectacular Brasil, dirigida por Telé Santana y con un gran funcionamiento colectivo y talento individual de sobra. Zico, Eder, Socrates, Serginho, Junior, Leandro, Paulo Roberto Falcao eran escollos que parecían inexpugnables. Con el empate, clasificaban los sudamericanos. Pero sucedió lo inesperado: apareció el goleador. Paolo Rossi comenzó a hacer lo que mejor sabía: romper redes. Con tres tantos suyos, Italia venció por 3 a 2, dejando en el camino al máximo favorito y consolidándose como uno de los candidatos. En la semifinal, lo esperaba Polonia. Rossi, emulando a Mario Alberto Kempes cuatro años antes, comenzó una racha imparable. Con dos goles dejó en el camino a Polonia y enfrentar en la final a Alemania Federal.
Allí, abrió el marcador para el triunfo final por 3 a 1 llevando a la consagración de Italia como campeón del Mundo en el estadio Santiago Bernabeu, y con el otrora crítico Pertini festejando los goles como el "tifoso" número uno de la "Nazionale". Rossi fue consagrado como máximo goleador del Mundial con 6 tantos teniendo una revancha personal y profesional.
El "cannoniere" pasó por varios equipos del campeonato italiano, como Vicenza, Juventus, Milan y Verona, retirándose en este último en 1987. Participó en tres Mundiales para su selección, en 1978, 1982 y 1986. Curiosamente, habiendo sido el máximo anotador en España, cuatro años más tarde, en México, formó parte del plantel, pero no jugó ni un sólo minuto. "Pablito", como era apodado cariñosamente por los "tifosi" había nacido en Prato (cerca de Florencia) el 23 de septiembre de 1956 y falleció el 9 de diciembre de 2020, en Siena, víctima de una enfermedad letal.
El Puma
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