NO FUE EL MÁXIMO RESPONSABLE Y MERECE EL HOMENAJE


 

    Mucho se está hablando desde el periodismo sobre cómo será recibido Daniel Alberto Passarella el próximo domingo en el estadio Monumental, cuando sea homenajeado por el Club Atlético River Plate como uno de los campeones del Mundo. Se está agitando desde muchos medios de comunicación la etapa más negra de la historia de River y responsabilizando a una sola persona, haciendo oídos sordos y mirando para otro lado cuando se intenta nombrar a los otros. Para situarse en tiempo y espacio, Passarella fue electo presidente de River a fines de 2009. Su presidencia fue polémica desde ese mismo día, ya que hubo irregularidades en la elección. En el primer conteo que se conoció, el ex defensor había perdido por un voto, pero tras la revisión (donde se constató que hubo boletas falsas) resultó vencedor por seis. 



    Passarella tenía el reto de intentar reencaminar un barco hundido por una paupérrima presidencia de José María Aguilar que duró ocho años. El resultado final de su gestión demostró que no tuvo la capacidad de hacerlo y se vio reflejado en lo deportivo. De las últimas tres temporadas previas al descenso de River, hubo mitad del tiempo de gestión de Aguilar y la restante de la gestión Passarella. Durante la primera, River obtuvo 14 puntos en el torneo Apertura 2008 (tras haber sido campeón en el Clausura), 27 puntos en el Clausura 2009 y 21 en el Apertura del mismo año. Mientras que en la segunda, sacó 19 puntos en el Clausura 2010, 31 en el Apertura 2010 y 25 en el Clausura 2011. Esto es 62 puntos en la primera etapa y 75 en la segunda. Sin embargo, a pesar de comenzar a levantar, no le alcanzó y terminó pagando todos los platos rotos. Para entender ese momento, hay que responder a las siguientes preguntas:

1) ¿Fue Passarella responsable del descenso de River?

Sí. A pesar de comenzar a levantar, no le alcanzó en lo deportivo. Lo que más perjudicó al ex defensor fue su inmensa soberbia, de pensar que por nombre y peso específico propio podía sacar a River del pozo. Claramente hacía falta algo más que eso. En el último año, cuando el equipo comenzaba muy lentamente a tener una identidad - algo que se había perdido por completo en la gestión Aguilar - algunas decisiones del mandamás fueron claves para llegar al descenso. Una fue no haber contratado a un entrenador para el torneo Clausura 2011 y devolver a Juan José López a las divisiones inferiores. Este último asumió en un superclásico con un triunfo y un final de Apertura muy bueno, pero debió haberse buscado a un técnico más propenso a pilotear tormentas y el ex mediocampista tenía un récord negativo cuando debió pelear descensos en otros clubes. Otro error fue haber traído un solo refuerzo para ese último certamen. Y el detonante, según muchos, fue haberse peleado con el entonces titular de la Asociación del Fútbol Argentino (A.F.A), Julio Grondona, personaje por demás poderoso. 

2) ¿Fue el máximo responsable?

No. Fue quien pagó los platos rotos tras heredar un fierro caliente. Eso no lo exime, ni lo hace menos responsable, pero el estado en el que recibió al club era catastrófico. José María Aguilar había depurado el plantel campeón de 2004 y trajo refuerzos de escasa jerarquía desde ese entonces hasta el final de su gestión. También fue responsable de haber malvendido juveniles (el caso más recordado es el de Mateo Musacchio) y de darle un lugar demasiado importante a la barra brava, dejando River de ser tapa deportiva para aparecer en la tapa de la sección policial. 

3) ¿Cuál fue su peor defecto?

Su soberbia. Esa que, otras veces, lo llevó al éxito, esta vez lo condujo al fracaso. Esa misma que le hizo carecer de cintura política, tanto en la gestión como en su relación histórica con el periodismo. El cuarto poder jamás le perdonó el maltrato que el "Kaiser" le propinó durante su etapa como entrenador de la selección argentina y cuando pudo, le propinó el tiro de gracia. Por otra parte, su manejo con directores técnicos que son hijos dilectos de la casa, como Leonardo Astrada y Matías Almeyda, distó mucho de ser profesional o respetuoso. A ambos los echó por teléfono. Finalmente, se le achaca haber maltratado a Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez. Ambos fueron separados del plantel por decisión de Almeyda, pero por lo bajo siempre se dijo que fue por decisión de Passarella. Finalmente, fue denunciado por administración fraudulenta, algo que se deberá dirimir en la Justicia. 

4) ¿Qué tuvo de positivo su gestión?

Lo positivo se vio luego de que se fue, y no solamente por ese hecho, sino porque (curiosamente ninguno habló de esto, a pesar de que es algo visible) dejó un plantel fuerte y que al poco tiempo le dio grandes alegrías al hincha de River. Basta con repasar la formación del equipo que obtuvo la Copa Libertadores en 2015 para darse cuenta de que la mayoría de sus titulares fueron fruto de la gestión Passarella. A repasar: Marcelo Barovero (guardameta titular traído en 2012), Gabriel Mercado (el lateral por la derecha llegó en 2012), Jonathan Maidana (defensor central que llegó en 2010), Ramiro Funes Mori (fruto de las divisiones inferiores que debutó en la primera del club en 2011), Leonel Vangioni (lateral izquierdo arribado en 2013), Carlos Sánchez (mediocampista uruguayo proveniente de Godoy Cruz en 2011), Leonardo Ponzio (volante que regresó al club en 2012), Ariel Rojas (también llegado en 2012), Rodrigo Mora (atacante uruguayo arribado en 2012) y Teófilo Gutiérrez (delantero colombiano que aterrizó en Núñez en 2013). Es decir, diez de los once titulares llegaron en la gestión Passarella. Extrañamente - o no - los medios de comunicación no se hacen eco de esto. 

5) ¿Se merece el homenaje?

Esto está fuera de toda discusión. Por trayectoria futbolística, por ser el defensor que más goles hizo en la primera división del fútbol argentino (posee 99 tantos), capitán del primer seleccionado argentino que alzó la Copa del Mundo, ser el único jugador albiceleste que posee dos medallas de campeón del Mundo (si bien no participó en México 1986 por enfermedad y lesión, fue parte del plantel y por una corajeada suya fue que Argentina llegó al Mundial azteca. Ya fue homenajeado por Sarmiento de Junín, equipo en el que dio sus primeros pasos antes de llegar a Núñez. River rendirá tributo a todos los jugadores con trayectoria en el club que hayan sido campeones del Mundo. Passarella, capitán del 78, no puede quedar afuera. Si bien un sector importante del periodismo (que se la tiene jurada) ya comenzó a agitar fantasmas y a hacer encuestas, la historia no podrá borrarse así porque sí. Varios de estos periodistas afirman que la historia debe contarse completa, a lo que podría replicarse: "quien esté libre de pecado, que arroje la primera piedra". No hay nadie con manchas en su trayectoria o en su vida personal, pero "al César lo que es del César".



    Daniel Alberto Passarella es un prócer del fútbol mundial, aunque no deja de ser un ser humano como todos, con virtudes y defectos. Para estos últimos, pagará donde tenga que pagar, pero por sus virtudes deportivas, se merece este y todos los homenajes que el fútbol le quiera rendir.

El Puma

Comentarios

  1. Extraordinario artículo!!! Felicitaciones!!!

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  2. Logras humanizar al hombre que hay detrás de cada profesión, gracias por devolvernos una nueva mirada del fútbol.

    Nela Haedo Gasquet

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