GOLEADORES DE LOS MUNDIALES: 1950, ADEMIR


 

    El primer Mundial de la post guerra fue llamativo por muchas razones. Desde quien fue el campeón, hasta los equipos que no pudieron estar ya sea por razones políticas o trágicas. En 1950, muchos dicen (como todo rumor, es incomprobable) que Argentina podría haber sido campeón de haber participado ya que contaba con una camada de enormes jugadores. También Italia era un candidato natural puesto que contaba con la base del mejor equipo de su liga en ese entonces, Torino. El conjunto piamontés venía de ganar 5 de las últimas 6 ligas en 1949. Sin embargo, el 4 de mayo de ese mismo año, tras regresar de un partido amistoso, el avión que transportaba al equipo se estrelló en Superga, perdiendo la vida todos los integrantes de ese plantel. Tan hondo caló la tragedia, que la selección italiana viajó al Mundial en barco. Brasil armó el campeonato para terminar festejando y armó un equipo espectacular para lograrlo. Contaba con un goleador implacable, Ademir Marques de Menezes, o simplemente Ademir. El centrodelantero nació en Recife, al norte de Brasil, el 8 de noviembre de 1921 y comenzó jugando en el Sport de su ciudad, debutando en 1937. En 1942, se mudó a Rio de Janeiro para integrar las filas de Vasco da Gama, no sin antes ser campeón pernambucano el año anterior. En tierras cariocas, obtuvo cinco títulos, cuatro de ellos para Vasco da Gama y el restante con Fluminense, donde jugó la temporada 1946-1947. Hasta 1956 permaneció en la ex capital brasileña para regresar a su ciudad de origen para retirarse en Sport Recife al año siguiente. 

    En el seleccionado participó de cuatro ediciones de la Copa América, siendo subcampeón en tres de ellas y campeón en la restante. Solo le faltaba la frutilla del postre: consagrarse en el Mundial disputado. Y cuando todo parecía estar a pedir de boca para el local: jugaba el último partido frente a Uruguay, en el estadio Maracaná lleno a rabiar, alcanzándole con solo un empate para festejar junto a todo el país y abriendo el marcador al comienzo del segundo tiempo con un gol suyo, nada podía salir mal. Pero enfrente salió a relucir la histórica garra charrúa, encabezada por José "Pepe" Schiaffino, Obdulio Varela y Alcides Ghiggia, entre otros. Los celestes silenciaron a todo Brasil dando vuelta el resultado a través de Schiaffino y Ghiggia. Al día de hoy, se conoce a esta hazaña oriental como el "maracanazo". Dos años después, Ademir obtuvo el título panamericano, sin embargo no fue consuelo ni para él, ni para nadie.

    Ademir se consagró como el máximo goleador del campeonato y fue el mejor jugador del mismo. Marcó 8 goles (se contabilizaron 9 al principio, pero uno de sus goles fue otorgado como en contra de su valla por el español José Parra Martínez) y 6 asistencias en 6 partidos. Unos números impresionantes, opacados por el cruel resultadismo instalado históricamente en el fútbol. Ese mismo hizo olvidar a uno de los grandes goleadores históricos de Brasil cometiendo así una gran injusticia.

El Puma

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