GOLEADORES DE LOS MUNDIALES: 1938, LEONIDAS DA SILVA


 Imagen: TyC Sports

    Brasil comenzaba a asomar como un equipo complicado en la historia de los Mundiales allá por 1938. Aquel equipo, que aún no utilizaba su camiseta verdeamarela, sino que lucía una casaca blanca, era señalado como uno de los que podían quitarle el reinado a Italia, campeón defensor y ganador de la medalla dorada olímpica dos años antes, en Berlín. El equipo brasileño avanzaba en el Mundial gracias a varios talentos individuales, pero uno sobresalía por el resto. Se trata de Leonidas Da Silva, quien fue bautizado como la Perla Negra o el diamante negro

    Este delantero, nacido en Rio de Janeiro el 6 de septiembre de 1913, inició su carrera en Sao Cristovao en 1929, pasando a Bonsucesso dos años más tarde. En 1933, jugó un año en Peñarol de Montevideo para regresar a su país bajo las filas de Vasco Da Gama. Tras disputar el Mundial de Italia en 1934, donde jugó un partido y marcó un gol, pasó a Botafogo. En esos dos últimos equipos, obtuvo el campeonato de Rio de Janeiro. En 1936 fue transferido a Flamengo, donde estuvo cinco años. Tras obtener otro título de la región carioca, y tras vencer muchos prejuicios (Leonidas Da Silva fue uno de los primeros jugadores de raza negra en integrar la elite de Flamengo), se mudó a San Pablo en 1942 para jugar en el cuadro homónimo, hasta su retiro en 1950, obteniendo cinco campeonatos paulistas. Algunos historiadores lo han catalogado como el inventor de la "chilena", puesto que ha marcado varios tantos de esa manera, pero hay controversia con ese punto, dado que otros se la adjudicaron a Ramón Unzuaga, defensor chileno. El delantero falleció en San Pablo el 24 de enero de 2004.

    En 1938, Leonidas Da Silva marcó 7 goles para la selección brasileña y era un posible candidato a levantar la Copa Jules Rimet. Sin embargo, un error histórico del entrenador, quien en la semifinal ante Italia, dejó afuera a la Perla Negra del compromiso para hacerlo descansar y tenerlo fresco para la final, además de que ya había mandado a comprar los boletos para viajar a Paris para el encuentro decisivo. El entrenador de la selección italiana, Vittorio Pozzo, utilizó ese argumento para motivar a sus jugadores y así, el conjunto azzurro clasificó a la final y a la postre fue nuevamente campeón. Ese crasso error del técnico brasileño, no impidió que Leonidas Da Silva fuese el máximo artillero del Mundial y que su nombre figure entre los grandes goleadores en la historia de este certamen. 

El Puma

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