LA MAGIA QUE SE APAGÓ EN NAVIDAD

 

    Esta Navidad terminó siendo triste para el fútbol uruguayo. Fabián O´Neill, destacado mediocampista creativo que se destacó en la década de 1990, falleció de una cirrosis crónica luego de haber sido internado de urgencia en una clínica de Montevideo. Este exquisito mediocampista había nacido el 14 de octubre de 1973 en Paso de los Toros, Tacuarembó, y llegó a los 16 años a las divisiones inferiores de Nacional, donde se destacó y debutó en el primer equipo del "Bolso" a los 19 años, llamando la atención de propios y extraños por su gran habilidad. Cuatro años tardó en emigrar al fútbol europeo, más precisamente a Cagliari, donde fue ídolo del conjunto de Cerdeña. Jugó 120 partidos, marcando 12 goles y deleitando a los "tifosi" con su magia. 

    En 2000, tras consumarse el descenso de su equipo, fue contratado por un grande de Italia: Juventus. En ese entonces, compartió la mitad de la cancha con jugadores de la talla de Edgar Davids, Didier Deschamps y, en especial, Zinedine Zidane, de quien declaró fue el mejor jugador con el que jugó. Ese era el momento en el que el "Mago" tocó el cielo con las manos. También formaba parte de una muy buena camada de futbolistas orientales, junto con Álvaro Recoba, Darío Silva, Marcelo Otero, Antonio Pacheco, entre otros. Si bien brillaba en Italia, le tocó una etapa complicada en su selección. Participó de la Copa América de 1993 sin destacarse. Participó de las eliminatorias para el Mundial de Francia 1998 en la cual no se logró el objetivo. Sí para el siguiente en Corea y Japón 2002, en el que integró el plantel, pero no jugó ni un sólo minuto. 

    En la "Vecchia Signora" tan sólo jugó una temporada, siendo vendido a Perugia, regresando a Cagliari a los seis meses. Su rendimiento cayó en forma estrepitosa y regresó a Nacional. Allí sólo jugó 5 partidos y marcó un gol, antes de retirarse a los 30 años. Lo que siguió para el "Mago" fue de mal en peor. Su adicción al alcohol le trajo problemas de salud, además de económicos, perdiendo toda la fortuna que amasó en Italia. Y ese ostracismo encontró un triste final, a los 49 años en el día de Navidad. 

El Puma