LA GENERACIÓN GOLPEADA

 


    Cada cosa hubo que escuchar respecto de enormes futbolistas consagrados, cuyo pecado mortal fue perder tres finales (o cuatro para algunos). Se escuchaban denostaciones agresivas al punto de ejercer bullying mediático insoportable. Las víctimas de ese maltrato, propinado por ese grupo de exitistas con micrófono, esos que nunca pierden, saben todo, piden renuncias o recambios, dan lecciones y ocupan espacios radiales o televisivos enormes, fueron jugadores de la talla de Lionel Messi, Ángel Di María, Gonzalo Higuaín, Javier Mascherano, Sergio Agüero, entre otros. De Messi (máximo ganador argentino de lo que a uno se le ocurra) se dijo que era "pecho frío", "no siente la camiseta y por eso no canta el himno", "es español", entre tantas insólitas estupideces. Y eso que ganó siete Balones de Oro, cuatro Champions League, 10 ligas de España, tuvo el récord de más goles convertidos en un año con 91 tantos, entre muchos logros. 

    Con Di María, el trato fue parecido y, muchas veces peor. El ex jugador de Rosario Central tuvo la mala suerte de lesionarse antes de jugar partidos decisivos. Así le ocurrió en el Mundial 2014, la Copa América 2015 y 2016, por lo que llegaron a decir que era miedoso, que nadie se iba a acordar de él. Seguramente el Benfica de Portugal tiene forjada una gran amistad con Rosario Central y decidió ayudarlo económicamente pagando el pase de "Fideo". Posiblemente, el poderosísimo Real Madrid quiso ayudar a los lusos a sacarse a este paquete de encima y pagó una cifra considerable, además de tenerlo cuatro años entre sus filas, obteniendo la U.E.F.A Champions League en su última temporada. Manchester United, primero, y Paris Saint Germain se lo llevaron porque sintieron lástima por él. Y será por eso que la poderosa Juventus se lo llevó hace unos meses, ofreciéndole un contrato por un año aunque ahora pretende extendérselo. ¿Por qué será? ¿Acaso porque es miedoso o porque en todos lados ganó algo siendo determinante? No será, seguramente, por su actuación en el Mundial de Qatar, dónde tuvo una gran actuación y convirtió el mejor gol del certamen. 



    El caso de Mascherano es inexplicable. De héroe e indiscutido en 2014 por su gran actuación en el Mundial de Brasil, a "líder negativo" y "golpista" en 2018 por realizar un planteo al entrenador Jorge Sampaoli, quien improvisaba una táctica diferente partido a partido. Estamos hablando del único jugador en la historia del fútbol argentino que posee dos medallas doradas en los Juegos Olímpicos (casualmente las mismas que tiene la selección albiceleste), de un volante central que se consagró en equipitos como River, Corinthians, Liverpool y Barcelona. Casi nada. 



    Sergio Agüero, para la opinión calificada, estaba en la selección por ser amigo de Messi. Por supuesto, haber debutado en Independiente, un equipo de barrio que algún trasnochado llama "Rey de Copas" por ser el máximo ganador de la Copa Libertadores (a casi 40 años de haber ganado la última, no hubo equipo en el continente que aún lo haya alcanzado) a los 15 años y de haber sido transferido a los 18 a Atlético de Madrid, donde hizo muchísimos goles, ganó la U.E.F.A. Europa League y luego fue vendido a Manchester City, dónde se convirtió en el máximo goleador extranjero de la liga inglesa, no fue tenido en cuenta. Finalizó inesperadamente en Barcelona, donde una enfermedad cardíaca lo obligó a retirarse. 



    La peor parte le tocó a Gonzalo Higuaín. El "Pipita" era considerado como un mal jugador porque erró goles en las tres finales que Argentina perdió en 2014, 2015 y 2016. Recibió el trato, poco menos, que de un delincuente, por parte de la prensa especializada y de varios vivarachos creadores de memes que no deben haber podido hacerle goles al Arco Iris. Tan malo era Higuaín, que jugó menos de un año en River, haciéndole dos goles a Boca en un Superclásico y siendo vendido a Real Madrid. En la Casa Blanca, estuvo casi siete años y era titular por sobre Karim Benzema, por ejemplo. Luego, Napoli se lo llevó y allí realizó el récord de goles en una temporada (superado hace muy poco por Ciro Immobile), marca que ni siquiera pudo superar Cristiano Ronaldo en su paso por Italia. Juventus decidió hacer un acto de caridad y pagarle 100 millones de euros a Napoli para quedarse con el "Pipita". Luego tuvo un pequeño paso por Milan y Chelsea, antes de regresar a Juventus. ¡Las cosas que hubo que ver y escuchar!

    Esta generación de futbolistas fue la más golpeada de los últimos años. Solo tres pudieron "redimirse". Después de eso, quienes no pierden nunca y exigen renuncias... siguen donde están. ¿Para cuándo van pregonar con el ejemplo?

El Puma

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