FALLECIÓ LA "SCALONETA"

 


Imagen: TyC Sports

    El resultado final del debut de la selección argentina no era esperado ni por el más pesimista de los hinchas albicelestes ni por el más optimista de los seguidores de Arabia Saudita. Nadie pensó en el 2 a 1 final para los asiáticos, había muchas expectativas, demasiadas quizás, y elogios desmedidos típicos que se hacen a un equipo que gana. La Copa América de 2021 fue un gran peso que la selección argentina se quitó de encima. Los que antes criticaban diciendo que era "el club de amigos de (Lionel) Messi" bautizaron al equipo como la "Scaloneta". Podría decirse que es el monstruo creado por comunicadores resultadistas. Esos mismos que hablaban del "club de amigos" (quisiera uno tener de amigos para jugar con ellos a Javier Mascherano, Sergio Agüero o Gonzalo Higuaín) o que decían que Messi era un "pecho frío" pasaron a hablar de las bondades y las maravillas de la "Scaloneta", además de asegurar que veían a un Messi diferente, cuando la única diferencia fue el resultado y no el juego. 

    Como siempre ocurre con los resultadistas, el equipo que gana es perfecto y no tiene fisuras. Si bien la selección mejoraba su rendimiento, tenía sus puntos flacos. Hace tiempo que se juega sin un volante central clásico, o no se tiene un delantero de área ni siquiera como suplente. Leandro Paredes, el volante central titular no tiene a ese puesto como natural. Puede ser un excelente doble 5 y jugar al lado de un volante de marca para distribuir la pelota una vez que la reciba. Pero no siente la marca, por más que se esfuerce. Lautaro Martínez por la cantidad de goles que realiza, puede pensarse como un jugador de área, pero no lo es. De todas maneras, no se cuestiona para nada su inclusión en ese puesto. Sin embargo, la ausencia de un jugador de esas características es preocupante, aunque sea para ser el relevo de Martínez. 

    Y llegó el Mundial. Hace días que en los medios no se ve o escucha el nombre de la "Scaloneta" hasta el hartazgo. El debut fue ante Arabia Saudita, en los papeles, el adversario más accesible del grupo. Todos los resultadistas exitistas (y los que no también, para qué negarlo) esperaban una goleada y una exhibición de la "Scaloneta". Para sorpresa de todos, Arabia Saudita se impuso por 2 a 1, luego de dar vuelta el marcador en el segundo tiempo. No habrán tardado ni medio segundo en darse vuelta los resultadistas para hablar de papelón y fracaso, criticar al entrenador y a los jugadores que hasta ese momento eran como los dioses del Olimpo. Dejando de lado el sensacionalismo y hablando estrictamente del juego, el análisis que se puede hacer de la derrota es puramente táctico. Arabia Saudita ganó el partido tácticamente. El equipo albiceleste nunca pudo salir de la telaraña que le construyó el conjunto asiático. En el primer tiempo, Arabia Saudita tiró el achique dejando en offside permanentemente a los delanteros argentinos. Si bien los sudamericanos se fueron al entretiempo en ventaja, no pudieron resolver en ningún momento el dilema planteado por su rival. 

    Párrafo aparte para dedicarle al VAR. Si bien se vio en la repetición que había penal contra Paredes por agarrón, no puede ser que la decisión de ir a ver la jugada llegue dos minutos después de que esta haya ocurrido. Por cosas como esa es que se duda de esta metodología que llegó para quedarse. Está bien que se recurra a la tecnología, pero debe ser más claro el procedimiento. 

    Argentina se encontró en ventaja con ese penal, pero luego no logró duplicar la diferencia. ¿Fue superior en cuanto a llegadas en el primer tiempo? Sí. Pero a pesar de ello, no supo romper ese achique planteado por Arabia Saudita. En el segundo tiempo, las cosas cambiaron. Argentina entró dormida y su adversario aprovechó ese momento para dejarlo groggy primero y darle el golpe de nocaut después. En esos minutos se vieron las flaquezas de la defensa y eso fue aprovechado por el equipo de camiseta verde. Una vez que Arabia Saudita se puso 2 a 1, se ordenó en defensa y se replegó en su campo. Argentina no encontró respuestas para el cerrojo defensivo árabe. Rendimientos individuales flojos y falta de ideas tácticas fueron un combo negativo para los dirigidos por Lionel Scaloni. 

    Esta derrota puede conseguir dos cosas: una, que se aprenda de ella y que los jugadores entiendan que deben jugar partido a partido. La otra que se caigan anímicamente. En el caso de la primera opción existe un antecedente no muy lejano. En 2010, la selección española llegó a Sudáfrica como una de las favoritas y, para muchos, ya era campeona. Pero en el debut, una derrota con Suiza les hizo entender que debían ir paso a paso. Y así lo hicieron y finalmente fueron campeones. Argentina debe tomar ese ejemplo (sea o no campeón al final de la competencia) y entender que ahora empieza otro torneo. En este debut, han matado al monstruo, ese monstruo insoportable creado por resultadistas que hoy deben estar comiéndose el hígado de su criatura. En el día de la presentación, falleció la "Scaloneta".

El Puma

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