SIR CHARLES
Terminaba la temporada 1999-2000. Houston Rockets, contrariamente a lo que sucediera en varios años consecutivos anteriores, no entraba a los playoffs de la N.B.A. Desde el banco de suplentes, un veterano de muchas batallas, con el número 4 entró para jugar tan sólo seis minutos, embocar una canasta y salir para retirarse del básquet, tras 16 años de carrera. Este hombre nacido en Leeds, Alabama el 20 de febrero de 1963, no quería irse con una dura lesión a cuestas. Una rotura de tendón de su cuádriceps izquierdo lo había relegado por casi toda la temporada. Pero tras cuatro meses, disputó el último partido de la temporada regular ante Vancouver Grizzlies para pasar a la historia como uno de los 50 mejores jugadores de la N.B.A. Le decían "Sir Charles", "el gordo", "The Round Mount of Rebound", "The Chuckster" o "The Chuck Wagon". Talento y carisma, además de temperamento le dieron el sello a la carrera de Charles Barkley.
En 1981 fue seleccionado por la Universidad de Auburn donde luego de tres años fue declarado agente elegible para la N.B.A. Fue seleccionado en el quinto lugar por Philadelphia Seventy Sixers, dos puestos detrás que de Michael Jordan. Llegó a un equipo que había obtenido el título de liga un año antes, pero ya veterano y desgastado. Las figuras eran Julius Erving (el famoso "Doctor J"), Moses Malone y Maurice Cheeks. Pero todos ellos se retiraron al poco tiempo, luego de caer en final de conferencia ante Boston Celtics en 1985, dejando a Barkley como jugador franquicia. Y "Sir Charles" no fue menos. Sus números eran impresionantes, pero su equipo no lograba acompañarlo como para pelear por el título. Tras ocho años en los que no pasó de una semifinal de conferencia (luego de los retiros mencionados anteriormente), Barkley solicitó ser transferido.
El cambio fue favorable y recaló en Phoenis Suns. Para los playoffs, clasificaron como el mejor equipo de la temporada regular con 62 triunfos y 20 derrotas. Encontró en Kevin Johnson y Dan Majerle a socios ideales para ilusionarse con ser campeón. Barkley fue nombrado jugador más valioso de la temporada y poder ponerse el anillo de la N.B.A. era algo más factible. Pero en la final chocaron ante Michael Jordan, Scottie Pippen y el bicampeón vigente Chicago Bulls. En una definición reñida, los Bulls retuvieron el título en el sexto partido disputado en el America West Arena de Phoenix. El año siguiente comenzó el tormento: las lesiones. "Sir Charles" no logró jugar con continuidad, aunque cuando lo hacía, siempre marcaba la diferencia. Los Suns cayeron en la semifinal de conferencia ante Houston Rockets, a la postre campeón de esa temporada. Al año siguiente, repitieron la historia en la misma instancia y ante el mismo rival, pero con la particularidad de estar 3 partidos a 1 arriba en la serie y teniendo la posibilidad de definir dos veces en su estadio. Las lesiones seguían minando el rendimiento del "gordo". En su última temporada, los infortunios físicos aumentaban y si bien clasificó para los playoffs, cayó ante San Antonio Spurs en la primera fase. Por mientras, seguía siendo elegido en el Juego de las Estrellas.
Si bien no conseguía levantar el título de campeón de la N.B.A, obtuvo dos medallas olímpicas doradas en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y Atlanta 1996. Formó parte del primer Dream Team, junto a Jordan, Pippen, Larry Bird, Earving "Magic" Johnson, entre tantos otros, en España. Luego de su segunda presea olímpica, fue traspasado a Houston Rockets en un último intento para ganar la liga. El panorama era similar al de sus primeros años en Philadelphia: un equipo que ya había sido campeón y muy veterano. Hakeem Olajuwon y Clyde Drexler eran sus socios ideales. Alcanzaron la final de conferencia, donde cayeron en sexto partido ante Utah Jazz. Las siguientes temporadas fueron de mayor a menor, a pesar de que incorporaron a Pippen sin tener el éxito deseado.
Los caprichos del destino, o mejor dicho del deporte, no le permitieron obtener el tan ansiado anillo, pero nadie olvidará los 16 años de Barkley siendo un protagonista de lujo en la N.B.A. No fue un campeón formal, pero "Sir Charles" fue un ganador y un líder que contagiaba a sus compañeros. Lamentablemente para él, le tocó tener enfrente a Michael Jordan.
El Puma
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