PATRONATO CAMPEÓN DE LA COPA ARGENTINA, DESCENDIDO Y EN COPA LIBERTADORES: NO TRATES DE ENTENDERLO

 

    "No trates de entenderlo, disfrutalo", dice en un spot publicitario el mandamás de la Asociación del Fútbol Argentino (A.F.A), Claudio Tapia. Nunca mejor aplicada esa frase ante esta realidad de Patronato de Paraná. El equipo entrerriano mostró un muy buen rendimiento en la última Liga Profesional de Fútbol donde salió décimo entre 28 equipos, fue víctima del cáncer que acecha a este deporte en Argentina: los promedios. Y peor aún, estos habiendo sido manejados a discreción en los últimos años. Hubo ediciones en los que no se usaron ya que no hubo descensos y, una vez reestablecidos, una de las primeras víctimas fue el "Milan de Paraná". Para que quede claro, el "Patrón" debió haberse ido a la segunda división unos años atrás, cuando penaba en los últimos lugares y no ahora. Una mala campaña debe pagarse en lo inmediato y no en los años siguientes. 

    Patronato cumplió grandes actuaciones, como por ejemplo una goleada a Boca Juniors en Paraná por 3 a 0, además de disputar la Copa Argentina en gran nivel eliminando al conjunto "xeneize" y a River Plate en instancias consecutivas. En la final, venció a Talleres de Córdoba por 1 a 0 y se ganó el derecho a disputar la Copa Libertadores de América. Y sin embargo... jugará en la Primera Nacional. 

    El fútbol argentino es curioso para algunos y, a su vez, el hazmerreír de América del Sur. Cuando pasan años sin tener campeones continentales, cuando los partidos son malos al punto de provocar bostezos de hipopótamo, cuando la máxima categoría tiene 28 equipos, con intenciones de elevar el número a 30, cuando la segunda división tiene la ridícula cifra de ¡37 equipos!, no existe lógica a la hora de explicar este fenómeno. Julio Grondona rompió el fútbol argentino y dejó una bomba muy difícil de desmontar. En la actualidad, lejos de intentarlo, se pretende cortar el cable para que todo explote. Quizás sea eso lo que se necesite para empezar de nuevo, pero el precio a pagar sería demasiado alto. Este "producto" al que los encantadores de serpientes venden como la octava maravilla del mundo, involuciona. A pesar de todo, de él siguen surgiendo jugadores que van a alimentar a las mejores ligas del mundo. Es muy difícil tratar de entenderlo, pero más lo es tratar de disfrutarlo.

Foto: Diario Río Negro

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