HISTORIA DE LOS MUNDIALES: 2018, FRANCIA EL ÚLTIMO CAMPEÓN
El último Mundial previo al de Qatar que comenzará en menos de 40 días, se disputó en Rusia. Había mucha expectativa. ¿Sería el campeonato consagratorio para alguno de quienes monopolizaron el Balón de Oro durante más de una década? Lionel Messi venía de ser campeón de Liga con Barcelona, pero venía de un duro golpe en la U.E.F.A. Champions League. Cristiano Ronaldo venía de ganar ese último torneo y de despedirse de Real Madrid. Sin embargo, ni uno ni el otro hicieron pie en este Mundial. El lusitano parecía mejor perfilado tras marcar cuatro goles en los primeros dos partidos (3 ante España y el restante frente a Marruecos), pero su figura fue apagándose y su selección cayó en octavos de final frente a Uruguay. Por su parte, el argentino sólo se destacó con un gol en el tercer partido de su combinado, ante Nigeria.
Alemania, el último campeón, llegaba como uno de los favoritos a repetir la hazaña. El comienzo fue muy poco alentador. Los teutones cayeron en su debut frente a México por 1 a 0, pero se recuperaron en el segundo encuentro frente a Suecia, ganando 2 a 1, revirtiendo el resultado y con un jugador menos. Debía vencer a Corea del Sur y contaba con posibilidades de llevarse su grupo. Tras dominar la mayor parte del partido, se encontró perdiendo 1 a 0 en los últimos minutos. Al buscar el empate en forma desesperada y con el tiempo apremiando, los asiáticos contragolpearon y obtuvieron el 2 a 0 dejando a los reyes sin trono. Por tercer Mundial consecutivo, el campeón se despidió en la fase de grupos.
Brasil llegaba, como es habitual y su historia lo marca, como un posible ganador. Tité, su entrenador, encaró un recambio generacional y se notó en el rendimiento, con una mejora, aunque lejos de ser lo que habitualmente es. Arrancó empatando en un tanto con Suiza, mostrando un nivel de regular para abajo. Luego venció a Costa Rica y Serbia, ambos por 2 a 0. El mismo resultado obtuvo en octavos de final ante México. Había sido mejor que sus rivales, pero su nivel dejaba mucho que desear. Neymar, su figura, se dedicó más tiempo a tirarse al piso que a jugar. En cuartos de final, en su primera prueba de fuego, cayó por 2 a 1 ante Bélgica, dejando como balance un paso totalmente intrascendente.
Otro seleccionado que decepcionó fue Argentina. El equipo albiceleste, dirigido técnicamente por Jorge Sampaoli y compuesto por una gran generación de futbolistas, pero desgastada por haber perdido tres finales y con un periodismo que la criticaba a niveles exasperantes. Sin embargo, este certamen no sirvió para reivindicarse, ni de cerca. El entrenador no sabía dónde estaba parado y los jugadores no dieron la talla. En el debut ante Islandia, Sampaoli probó jugar con 4 jugadores en el fondo y puso a Eduardo Salvio como lateral por la derecha. Fue empate en un tanto. El segundo juego ante Croacia, que contaba con un equipo más ofensivo, el entrenador decidió parar una defensa de tres jugadores. Se tocó fondo con una goleada de los europeos por 3 a 0. Entre el segundo y el tercer partido, se dice que hubo una rebelión de los jugadores. Muchas cosas trascendieron, pero no dejaron de ser rumores. Se logró una clasificación agónica ante Nigeria para enfrentar a Francia en octavos de final.
La selección gala no llegó con demasiadas expectativas, a pesar de contar con un gran plantel. Empezó ganando sin sobrarle nada ante Australia por 2 a 1, luego venció a Perú por 1 a 0 sin muchas luces. Cerró el grupo igualando sin goles ante Dinamarca en un partido que estuvo de más. En octavos de final, en un partido insólito. Los europeos fueron netamente superiores. En el primer tiempo, "les bleus" podrían haberse ido al descanso con una gran diferencia a su favor y estaban empatando en un gol. En el complemento, con un tanto de carambola, los albicelestes se pusieron en ventaja. Sin embargo, Sampaoli optó por seguir jugando igual. Francia tuvo un embate de 20 minutos en los que convirtió tres tantos, se puso 4 a 2 y pasó por encima a los sudamericanos. Sin embargo, en los últimos 15 minutos, y sintiéndose ya clasificado, Didier Deschamps sacó de la cancha a sus mejores jugadores pensando en un eventual descanso. Argentina descontó faltando poco para el final y estuvo muy cerca de igualar el marcador, lo que hubiera sido catastrófico para Francia. Fue 4 a 3, paso intrascendente para Argentina y comienzo de la candidatura gala. En cuartos de final, derrotaron por 2 a 0 a Uruguay y en semifinal por 1 a 0 a Bélgica. En la final, enfrentó a la aguerrida selección croata que llegó muy desgastada tras tener muchos minutos en sus partidos previos. Francia se impuso por 4 a 2, en un gran partido y fue un sorpresivo y legítimo campeón mundial.
El Puma
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