PALPITANDO EL MUNDIAL: ESPAÑA

 


España fue por mucho tiempo, al igual que Inglaterra, el candidato a ganar Mundiales y terminaba siendo la gran decepción. Con grandes jugadores y mayores pretensiones, la "Roja" pasó por muchos campeonatos con más pena que gloria, y con mala suerte en otros (donde se incluyen fallos polémicos en su contra). Hasta 2008, sólo contaba con una Eurocopa, ganada en 1964 en su casa liderada por Luis Suárez. Desde 1982, año en que se disputó el Mundial en su tierra, la selección española se propuso dejar de lado la segunda línea y comenzar a tutearse con los habituales favoritos. En esa ocasión, pasó la primera fase en segundo lugar, por tener más goles a favor que Yugoslavia, pero en segunda fase tuvo un escollo casi insalvable al compartir el grupo con Inglaterra y Alemania Federal. En 1984 comenzó a querer inmiscuirse entre los mejores, al llegar a la final de la Eurocopa y caer ante otro equipo que estaba dando que hablar desde hace tiempo: Francia. Perdió por 2 a 0 y lo más recordado de esa final es el error del arquero Luis Miguel Arconada al escurrírsele la pelota en un tiro libre, a simple vista, fácil de contener ejecutado por Michel Platini. Para el Mundial de México, en 1986, contaba con un gran plantel y con un estilo de juego muy de ir al roce, conocido popularmente como "la furia". Con jugadores duros en la marca como Andoni Goikoetxea (famoso por haber lesionado a Bernd Schuster y Diego Armando Maradona), Tomás, Chendo, José Antonio Camacho, Michel, entre otros, también contaba con jugadores finos y habilidosos como Emilio Butragueño, Ramón Calderé y Francisco "Lobo" Carrasco, además de un goleador como Julio Salinas. Fue segundo en su zona, detrás de Brasil con quien perdió por 1 a 0, pero no le fue convalidado un gol legítimo cuando estaban empatando. En octavos de final, le dieron una paliza al equipo que era la sensación del certamen hasta ese momento: Dinamarca. Ganó por 5 a 1 con 4 goles de Butragueño y el restante de Goikoetxea. Sin embargo, siendo favorito para clasificar a la semifinal, fue eliminada en la definición por penales por Bélgica. 

En 1988 tuvo muy poca suerte en el sorteo de la Eurocopa y quedó tercera en la primera fase detrás de Alemania Federal e Italia, perdiendo con ambos y derrotando a Dinamarca en el partido restante. Para el Mundial de 1990, en un campeonato donde se esperaba un gran nivel por los equipos que participaban, España apostaba por su actuación consagratoria. Con Luis Suárez esta vez como entrenador y con un plantel aún mejor del que tenía en México, tenía todo para ser protagonista. Y lo demostró en la primera ronda, igualando sin tantos con Uruguay y derrotando con mucha contundencia y autoridad a Corea del Sur y Bélgica. En octavos de final, chocaba ante la siempre difícil e imprevisible Yugoslavia. Los balcánicos solían contar con jugadores talentosos e impredecibles, y ese día apareció en todo su esplendor el conductor Dragan Stojkovic, quien marcó dos goles y frustró a la "furia" en esa instancia. 

En 1994, apostaron a un entrenador con un perfil más afín al concepto de "furia". Javier Clemente, director técnico del exitoso Athletic de Bilbao de la década del 80, fue el elegido para dirigir los destinos de la selección española. Clemente, con un estilo duro, pero ordenado y eficiente, contaba con un plantel que era cada vez más imponente. España había sido campeón olímpico en 1992 y contaba con una base que era mezcla de los equipos vascos con Real Madrid y la Masía de Barcelona.Ya sin Butragueño en sus filas, su punto más débil seguía siendo el arquero. Andoni Zubizarreta era titular desde 1984 (después de la Eurocopa) y si bien tenía buenas intervenciones, solía cometer errores en momentos importantes. En la defensa contaba con un pilar como Fernando Hierro, acompañado por Abelardo Fernández, Sergi Barjuán, Albert Ferrer y Miguel Ángel Nadal. El mediocampo era combativo con Rafael Alkorta, el eterno Goikoetxea, Francisco Camarasa, Luis Enrique, Jorge Otero y Txiki Beguiristain. Adelante, sólo por el frente de ataque pero acompañado por esos volantes que llegaban a posición de ataque, se encontraba otro eterno: Julio Salinas. Además contaba con muy buen recambio: Josep Guardiola, Julen Guerrero, José Luis Pérez Caminero, Julen Lopetegui eran piezas muy importantes y estaban en el banco de suplentes. Fue segundo en la fase de grupos, detrás de Alemania. En octavos de final, goleó a Suiza por 3 a 0 y tuvo su prueba de fuego ante Italia en los cuartos de final. Allí cayó por 2 a 1, con tantos de Dino Baggio y Roberto Baggio, el último cuando faltaban pocos minutos para el final, había empatado provisoriamente Caminero. Aquí hubo una polémica en el tiempo adicionado al reglamentario. Mauro Tassotti le metió un artero codazo a Luis Enrique en el área (rompiéndole la nariz), que debió haber sido sancionado con penal y expulsión del zaguero italiano. Sin embargo, el árbitro húngaro Sandor Puhl parece no haber visto la infracción. 

Para el Mundial de Francia, en 1998, el equipo estaba a punto caramelo. La afición esperaba mucho de la "Roja" que seguía mejorando su plantel torneo a torneo. A la base del campeonato anterior, se le sumó Raúl González Blanco, temible goleador de Real Madrid. El debut ante Nigeria comenzó sin zozobras, poniéndose en ventaja con un tiro libre de Hierro. Sin embargo, Zubizarreta tendría su partido fatal. España volvió a tomar ventaja con un gol de Raúl y parecía que tenía controlado el partido. Pero en cinco minutos, todo se dio vuelta. El arquero español se hizo un gol en contra dejando groggy a la "furia" y luego recibió el golpe de nocaut definitivo. La caída dejó atónito a propios y a extraños. En el segundo partido, no pudo vulnerar a Paraguay con José Luis Chilavert y la muralla que los guaraníes le pusieron en el fondo. Había que vencer a Bulgaria y esperar que Nigeria no cayera con Paraguay. Su parte la hizo muy bien, con un 6 a 1 inapelable, pero el conjunto sudamericano venció a Nigeria y los dirigidos por Clemente se fueron por la puerta de atrás. El entrenador vasco fue inmediatamente despedido y la crítica fue impiadosa: se la tenían jurada por su gran arrogancia y soberbia. 

En 2002 llegó de manera menos rimbombante. Había conseguido mejores arqueros, el titular hasta días antes de la competencia era Santiago Cañizares, pero un accidente casero con un frasco de perfume que cayó y se rompió en uno de sus pies, dañando algunos tendones, hizo cambiar de planes al entrenador José Antonio Camacho. Hizo su debut Iker Casillas, quien se convertiría en uno de los mejores del mundo en su puesto. La primera fase, la pasó caminando, ganando sus tres partidos ante Eslovenia, Paraguay y Sudáfrica. En octavos de final, transpiró la gota gorda ante Irlanda, pero pasó por la definición por penales. En cuartos de final, le tocó con uno de los locales. El codazo de Tassotti a Luis Enrique fue un juego de niños al lado de lo que padeció ante Corea del Sur. Dos goles anulados que fueron lícitos, según se vio con claridad en la repetición de las jugadas y la designación de un árbitro de Islas Maldivas en una instancia tan importante como los cuartos de final, fueron tema de discusión durante varios días. El partido finalizó sin goles y Corea del Sur clasificó por penales. España fue injustamente eliminado cuando podía dar ese salto de calidad tan esperado.

Cuatro años después, con Luis Aragonés en la dirección técnica, comenzaría a cambiar el rumbo. Sería la gestación de la gran era que estaba por venir. En ese certamen, tras ganar con claridad los partidos de su grupo, España cayó ante Francia en los octavos de final y sucumbió ante una gran actuación de Zinedine Zidane. Pero dos años más tarde, la maldición terminó. España obtuvo su segunda Eurocopa y se consolidó como el equipo que siempre se esperó que fuera. Había que ratificarlo en el Mundial. Allí continuó el proceso Vicente Del Bosque y, tras un tropezón ante Suiza en el debut, terminó obteniendo la tan ansiada Copa del Mundo. Con la base proveniente de la Masía del Barcelona: Carles Puyol, Gerard Piqué, Sergio Busquets, Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Francesc Fábregas, sumado a la vigencia de Casillas en el arco y de Sergio Ramos en la defensa, finalmente y tras muchas décadas de lucha, España fue campeón del mundo. Esta base se mantuvo por muchos años más y consiguió retener la Eurocopa en 2012. En Brasil 2014, ya algo aburguesado, el equipo se fue en primera ronda. La Eurocopa de 2016 y el Mundial de Rusia 2018 (aquí también con la desprolijidad de echar al entrenador Julen Lopetegui tres días antes del debut)  fueron pasos sin pena ni gloria e hizo entender que había que cambiar. Y se apostó por Luis Enrique, de exitoso paso por Barcelona, obteniendo el "triplete" en 2015 (Liga, Copa del Rey y U.E.F.A. Champions League). 

El entrenador asturiano entendió que debía meter mano y apostar por una nueva generación de futbolistas. No se ve un juego vistoso, pero sí un equipo fuerte, ordenado, que corre mucho y de presión alta. El ex volante de Real Madrid y Barcelona es criticado por tener mal carácter y ser muy duro, pero hasta ahora ha demostrado estar acertado en su manejo, tanto por rendimiento como por resultados. España fue semifinalista en la última Eurocopa obtenida por Italia, además de haber cosechado muy buenos rendimientos y resultados históricos, como el 6 a 0 ante Alemania en la U.E.F.A. Nations League de 2021. Con el derecho ya adquirido de ser considerado candidato, cuenta con un entrenador serio y de probada jerarquía. Si bien es esperable que los resultados comiencen a cosecharse, posiblemente, en la próxima Eurocopa, hay que tener a España en muy alta consideración al momento de nombrar a los favoritos para Qatar 2022.

El Puma

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