FRONHA: CHALO EL MALO, CAPÍTULO 4

 

​Lorraine y Sasha fueron conducidas a celdas individuales. Pasaron la noche allí, en condiciones deplorables. A duras penas pudieron dormir. Por la madrugada, fueron conducidas al Tribunal Supremo. A pesar de la lluvia, había una multitud rodeando el edificio. Toda la Corte estaba presente. Chalo, acompañado por Magalí, presentaba la acusación ante el juez Giuseppe Sabato. Chalo comenzó sonriente, exponiendo su caso. “Señor juez, he sido privado de algo que por ley, me corresponde. Ayer debió ser mi coronación y proclamación como rey de Fronha, pero por un episodio marcado de… egoísmo, podría decir, o más bien capricho, fui privado de ello. La ley es muy clara, la reina regente debe entregar el poder a su hijo primogénito y retirarse. En caso de negarse, se la condenará a ser devorada por las pirañas. Así que ese es mi caso, señor juez, solicito que se condene a la reina regente, Lorraine, a ser devorada por las pirañas, por negarse a acatar la ley. He dicho”.

​El juez tomó nota, pero no parecía muy convencido de los argumentos de Chalo. Llamó a la acusada a realizar su descargo. “Señor juez, comenzó Lorraine, es cierto que la ley dice que la reina regente debe entregar el mando a su hijo primogénito en el día de su décimo octavo cumpleaños, pero también es cierto que el futuro monarca debe dar pruebas de madurez y de competencia para ejercer tan importante cargo. Señor juez, aseguro que el Delfín no está en condiciones de ejercer, ya que es inmaduro, consentido y caprichoso. Solicito que se someta a una prueba para comprobar todo lo que acabo de decir. He dicho”.

​Sabato volvió a tomar nota. Observó a los dos, se tomó unos segundos y dictaminó: “Por ambos alegatos expuestos ante mí, decido fallar en favor de la reina regente hasta tanto no se haya sometido el Delfín a la prueba de madurez necesaria para ejercer el cargo, he…

- Un momento, señor juez, interrumpió Chalo.

- ¿Qué sucede?

- Tengo algo que agregar. La reina regente, es una pervertida. Sostiene relaciones homosexuales con su dama de compañía.

- ¿Puede usted probarlo?

- Claro que puedo. Tengo argumentos, testimonios y más para afirmarlo.

- Lo escucho.

- Pasan todo el día juntas, testimonios del Palacio Real pueden dar fe de los ruidos que hacen esas dos… no sé cómo describirlas del asco que me dan. A su vez, acuso a la reina regente de haber asesinado a nuestro querido rey Toto.

- Eso es una infamia, gritó Lorraine. 

- ¿Ah sí?  ¿Acaso es una infamia pensar que nadie estaba en ese momento, salvo usted? Que conveniente. No había ni siquiera sirvientes cerca. Todo muy turbio. Era muy conveniente que mi amado padre fuera eliminado, para que usted pueda revolcarse con su apestosa y pecadora amante.

- No te lo permito.

- Aquí el único que puede o no permitir, madre, soy yo, el rey de Fronha. Usted sólo quiere demorar mi coronación para seguir haciendo cochinadas. Señor juez, aquí le presento la declaración de varios cortesanos y sirvientes que han visto a esas dos en situaciones dudosas y hasta indecorosas. Sugiero que la lea y que interrogue en privado a esos testigos. Una vez que lo haya hecho, exijo que a esas dos desgraciadas se las condene a las pirañas”.

El juez permaneció en silencio. Observó a los dos y decidió llevarse a los testigos a una habitación. Estuvo tomando las declaraciones por dos horas, antes de regresar. Decidió tener encerradas a Sasha y a Lorraine para hacerlas confesar.

Continuará…

El Puma