PENSANDO EN VOZ ALTA



Pienso en voz alta porque no tengo con quien hablar. Me siento como el gran Osvaldo Ardizzone sin Juan, por lo que voy a decir lo que me salga de la cabeza como si estuviera hablando en un auditorio. Lo primero que se me viene a la cabeza es toda la catarata de información y opiniones cambiantes, generalmente hecha por los mismos intérpretes. Horas y hora escuchando la radio, viendo la televisión y los mismos personajes dando primicias, informaciones y opiniones en parte para dar un servicio y en otra parte para llenar espacio. ¿Cuántas veces escuchamos en los últimos días que Luis Suárez va a venir a River? ¿Cuántas veces se dijo hasta el cansancio que Boca estaba en crisis y que su director técnico no estaba a la altura de las circunstancias? ¿Cuántas veces se dijo que River no tiene gol? Podría seguir de acá hasta el día del juicio final, pero no es mi intención aburrir a nadie con la misma perorata. Puedo ahora yo dar mi opinión, dado que todos lo hacen (y, al fin y al cabo, vivimos en una sociedad libre de opinión, al menos en la teoría): ¿Realmente piensan que Luis Suárez va a jugar en River? Estoy teniendo un "deja vu". Hace un año, se decía que Edinson Cavani iba a vestir los colores de Boca. Horas y horas se habló de que el delantero uruguayo había hablado con la dirigencia "xeneize", que soñaba con entrar a la Bombonera y subirse al tejido como lo hacía en su época su compatriota, el recordado Sergio "Manteca" Martínez. Tanto fue la repercusión de la información que hasta se habló de la vivienda elegida por el "charrúa" en un exclusivo barrio cerrado de la zona norte del Gran Buenos Aires, con cancha de paddle (requisito imprescindible para el desembarco de Cavani). 

Ahora algunos dan por seguro la llegada de "Lucho" al conjunto "millonario" y, sin ponerse ni un poquito colorados, dicen que es inminente la firma del contrato y posterior presentación. ¿Puede pasar? Sí, como también pudo Cavani ponerse la auriazul. Todavía no finalizó esta historia, pero hay mucho olor a "deja vu". Habrá que ver si es así o si efectivamente llega y yo me tenga que tragar cada palabra de esta editorial una por una. 

¿Nos damos cuenta realmente de que se habla de todo menos de lo más importante? Detrás de todos los gritos entre panelistas y, en muchos casos, partidarios, ¿qué es lo que hay? No se habla de táctica, no se habla del juego, sólo se debaten y analizan resultados omitiendo el desarrollo de los partidos. El que ganó tiene la razón absoluta y no se discute. A la hora de hablar del mercado de pases, se intenta inculcar un sentimiento de "amor a la camiseta" cuando es de público conocimiento que, salvo honrosas excepciones, los jugadores juegan por plata (lo cual está bien dado que es su trabajo y uno va donde más se le paga). 

¿Qué pasará en los próximos días? Después de la goleada de River por 5 a 1 a Unión, ¿seguirán diciendo que el equipo de Núñez no tiene gol? Con Boca, según el resultado que tenga (aún no terminó el partido del conjunto de la Ribera ante Barracas Central) ¿dirán que es el que juega mejor, que volvieron los fantasmas, que está en crisis o que ganó "a lo Boca"? El tiempo lo dirá, y por mientras seguiré pensando en voz alta.

El Puma

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