HISTORIA DE LOS MUNDIALES: 1982, EL MILAGRO ITALIANO
A medida que iba desarrollándose, la Copa del Mundo iba recibiendo a más equipos. Para 1982, en España, por primera vez, se albergaron 24 combinados nacionales. Grandes equipos formaron parte de este evento y había más de un candidato para levantar el trofeo de campeón. Argentina, el monarca vigente, conservaba la base de 1978 y sumaba a 3 campeones del Mundial juvenil de 1979: Juan Barbas, Ramón Díaz y Diego Armando Maradona. Francia venía con la misma base pero con mayor madurez, conducida por Michel Platini. Alemania Federal era un habitual animador. Brasil, dirigida por Telé Santana, había recuperado el jogo bonito y daba espectáculo en las canchas donde jugaba. Polonia, tercero en 1974, tenía una gran camada de jugadores con un goleador como Grzegorg Lato y un creativo como Ziwi Boniek.
El equipo histórico menos pensado era Italia. Si bien el conjunto "azzurro" venía levantando sus actuaciones en los últimos tres mundiales, estaba siendo muy criticada por su flojo rendimiento y por la convocatoria de ciertos jugadores. La cabeza de su entrenador Enzo Bearzot era pedida en bandeja por un sector importante del periodismo y hasta el presidente de la república, en ese entonces el ex partisano Sandro Pertini, había criticado a la "Nazionale". La primera fase no hacía más que confirmar esas críticas. No ganó ni uno de sus tres partidos, cosechando tres empates, uno sin goles ante Polonia y dos en un tanto frente a Perú y Camerún. Logró clasificar en segundo lugar porque había hecho un gol más que el combinado africano.
Argentina fue a jugar el Mundial con la cabeza puesta en la guerra de Las Malvinas y, si bien contaba con un gran equipo, estaba aburguesado. Cayó sorpresivamente en el debut ante Bélgica, recuperándose luego con dos victorias, 4 a 1 ante Hungría y 2 a 0 frente a El Salvador. Quedó relegado en el segundo lugar y en la segunda fase, le tocó el "grupo de la muerte" con Italia y Brasil. Maradona, que estaba dejando de ser una promesa para convertirse en una realidad (aunque lo mejor del astro iba a llegar años después) era el jugador a temer. Y eso llevaba a que le aplicaran un juego brusco, teniendo escasa protección (por no decir nula) de los arbitrajes. Contra Italia, recibió la marca personal de Claudio Gentile, cuyo apellido no tiene nada que ver con el trato que le propinó al diez argentino. Italia venció por 2 a 1, con tantos de Marco Tardelli y Antonio Cabrini, descontando Daniel Passarella de tiro libre. Frente a Brasil, Argentina fue superada ampliamente. Brasil se impuso por 3 a 1, con goles de Zico, Serginho y Junior. Ramón Díaz hizo el gol del honor cuando ya terminaba el partido. Maradona se fue expulsado, cansado de tantas patadas recibidas, reaccionó y agredió a Batista.
El partido que definía el grupo era Brasil ante Italia. El equipo "verdeamarelo" era el favorito por nombres, juego y lo demostrado hasta ese momento. Contaba además con el beneficio de poder empatar para clasificar, ya que contaba con mejor diferencia de gol. Pero en ese partido apareció el goleador: Paolo Rossi. "Pablito" hizo los tres tantos de la "azzurra" para clasificar a la semifinal. Fue 3 a 2 y elegido como el mejor partido de ese campeonato. A partir de esa fase, Italia hizo un giro de 180 grados y se consolidó como candidato. En la semifinal, Rossi se desencadenó con otros dos goles para dejar afuera a Polonia por 2 a 0. En la final, estaba Alemania Federal. Allí, en la definició disputada en el estadio Santiago Bernabeu de Madrid, ante la mirada de Pertini (que pasó de criticar a festejar efusivamente los goles italianos), el equipo "azzurro" fue demasiado para los teutones y se impuso por 3 a 1, con goles de Rossi, Tardelli y Alessandro Altobelli. Descontó Paul Breitner en los últimos minutos. La obtención del título, si bien terminó siendo merecida, tenía un sabor a épica, casi como a un milagro.
El Puma
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