HISTORIA DE LOS MUNDIALES: 1978, ARGENTINA DEJÓ DE SER EL CAMPEÓN MORAL

 

Y finalmente se dio. Argentina, después de años de solicitar ser sede de un Mundial, lo consiguió para 1978. Eran épocas muy difíciles en el país sudamericano, pero aún así se decidió organizar el evento, ya sea para uso político como para turístico. La selección albiceleste era, hasta ese entonces, históricamente un caos. Nadie quería ponerse la camiseta, ni dirigirla ya que no existía proyecto serio desde la dirigencia. Ni bien terminó el Campeonato del Mundo de Alemania en 1974, se decidió invertir en un proyecto de selección y considerarla prioridad número uno. Para ello, se contrató al director técnico de uno de los equipos campeones más recordados de la historia: el Huracán de 1973. Este era el rosarino César Luis Menotti. 

Durante los cuatro años de preparación, se realizó un trabajo serio e intenso en la búsqueda de jugadores por todo el país. Era común armar seleccionados del interior y, de hecho, varios tuvieron un paso importante por el combinado nacional. Finalmente, y después de pulir el equipo, Menotti dio la lista final. El nivel del plantel era tan bueno que el "Flaco" se dio el lujo de dejar afuera a un chico de 17 años cuyo futuro promisorio estaba más que a la vista y comprobado: nada más y nada menos que a Diego Armando Maradona.

En el arco de aquel equipo estaba Ubaldo Matildo Fillol, un guardameta tan seguro como espectacular. En la línea de fondo, Jorge Olguín por la derecha, Luis Galván y Daniel Passarella (capitán del equipo), por el centro y Alberto César Tarantini por la izquierda. Osvaldo Ardiles, Américo Rubén Gallego, Oscar Alberto Ortíz y Daniel Bertoni componían el medio campo, con variantes como José Daniel Valencia, Julio Ricardo Villa, Omar Larrosa o René Houseman, para completar el ataque con Mario Alberto Kempes y Leopoldo Jacinto Luque.

El grupo que le tocó, podría denominarse como el "grupo de la muerte", lo compartía con Hungría, Francia e Italia. El debut ante Hungría, comenzó perdiendo, pero luego dio vuelta el marcador con goles de Luque y Bertoni. Luego venció a un duro combinado francés comandado por una joven estella: Michel Platini. El resultado fue 2 a 1, con tantos de Passarella y Luque. El último encuentro, cerrando el grupo, fue ante Italia, ambos ya clasificados. Fue triunfo "azzurro" por 1 a 0. 

Relegado al segundo puesto, el equipo albiceleste debió mudarse del estadio de River Plate al de Rosario Central. Y allí apareció el gran Mario Kempes. Con dos goles en el primer triunfo de la fase ante Polonia, por 2 a 0. Sin embargo, también apareció el momento más difícil del equipo en la competencia. Tras un empate sin goles ante Brasil, con Fillol como figura y tras la victoria del conjunto verdeamarelo frente a Polonia, por 3 a 1, Argentina debía enfrentar a Perú con la obligación de ganar por una diferencia de 4 goles. El partido terminó 6 a 0 y despertó sospechas hasta el día de hoy. Fue después de ese encuentro en el que la FIFA determinó que los partidos de cierre de grupo se disputen a la misma hora. Kempes, en dos ocasiones, Tarantini, Luque también en dos ocasiones y Houseman fueron autores de los goles de ese triunfo épico.

En la final esperaba Holanda. Ya sin Johan Cruyff, pero con Rob Rensenbrink, Willy y René Van De Kerkhof, Ari Haan, seguía siendo una selección a temer. En un estadio Monumental lleno, Kempes puso en ventaja a la Argentina cerca del final del primer tiempo. Cerca del cierre del complento, la "Naranja Mecánica" empató con un cabezazo de Dick Nanninga y casi se lleva el título cuando Rensenbrink estrelló un tiro en el palo segundos antes del pitazo final. En el alargue, apareció Kempes en todo su esplendor y volvió a marcar un tanto atropellando y llevándose por delante a la defensa holandesa. Y cuando ya no le quedaba más resto a Holanda, Bertoni selló el 3 a 1 final. Argentina lograba su meta tan ansiada y cambiaba su status de campeón moral a campeón real.

El Puma